Tras la negativa se vio obligada a emigrar a Reino Unido, donde comenzó a significarse contra el régimen opresivo de Swazilandia, donde los opositores son arrestados. Su activismo ha llegado a oídos de las autoridades del país africano y teme que ahora vengan a buscarla, por lo que pide a Reino Unido que la conceda el asilo político.