Un granjero japonés afectado por el
último mayor brote de influenza aviar detectado en el país se
suicidó en la mañana de hoy, informó la policía local.
A Hajimu Asada, de 67 años de edad,
y su esposa los encontraron colgados de un árbol, cerca de una nave
de aves de corral de su granja, en el poblado de Himeji, suroeste
de la prefectura de Hyogo.
Asada había sido acusado de no haber
informado la muerte de los pollos el mes pasado. El granjero afirmó
que no se había percatado de que se trataba de la gripe del pollo.
Unas 25 mil aves de su granja murieron o fueron sacrificadas por la
epidemia.
Asada se había disculpado
públicamente el domingo por el estallido de la gripe aviar.
Este es el primer brote de gripe
aviar reportado en Japón en 79 años. Antes del estallido en Himeji,
en enero se habían confirmado otros dos casos en las prefecturas
sureñas de Yamaguchi y de Oita.
(08/03/2004)
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