Mientras las autoridades de China
están redoblando los esfuerzos para frenar la propagación de la
gripe del pollo, los veterinarios han advertido de los riesgos
planteados por las vacunas falsas o de mala calidad.
Feng Zhongwu, subdirector del
Instituto de Inspección de Fármacos Veterinarios del país, afirmó
que hay que adoptar medidas eficaces para impedir la entrada de los
medicamentos falsos en el campo.
Zhang Jianxin, avicultor de la
provincia de Hebei (norte del país), perdió todos sus pollos
después de usar una vacuna barata comprada en enero pasado en un
local sin licencia.
Li Kailun, científico en jefe del
equipo de prevención de la gripe aviar de la provincia, explicó que
debe calcularse de manera exacta el contenido del agente patógeno,
que estimula la producción de los anticuerpos, para garantizar la
calidad y la seguridad de las vacunas.
La producción y la venta privada de
medicinas veterinarias están prohibidas, señaló Yuan Janjun,
funcionario de la Administración de Comercio e Industria de la
provincia de Jiangxi, donde también se han comercializado vacunas
falsas.
Los casos llamaron la atención de
las autoridades centrales de China, y el primer ministro, Wen
Jiabao, y el viceprimer ministro, Hui Liangyu, pidieron a los
ministerios que combatan de forma severa las operaciones
ilícitas.
La Administración Nacional de
Comercio e Industria ha reaccionado prohibiendo las ventas de
vacunas falsas y reforzando las inspecciones en las zonas alrededor
de las áreas afectadas por el virus.
Desde el brote de la gripe aviar el
pasado 27 de enero en Guangxi (suroeste del país), las autoridades
han ordenado el sacrificio de todas las aves criadas en un radio de
tres kilómetros a la redonda de las zonas afectadas, y la
vacunación de las que se encuentren en cinco kilómetros a la
redonda.
(18/02/2004)
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