Mortalidad entre niños indígenas es más del doble que en el resto de la población infantil en Brasil

RÍO DE JANEIRO, 10 abr (Xinhua) -- La tasa de mortalidad en los indígenas brasileños de hasta cuatro años de edad es más del doble que la del resto de la población infantil del país, según un estudio divulgado hoy por el Núcleo Ciencia Para la Infancia (NCPI).

El documento revela datos para el periodo comprendido entre 2018 y 2022. En el último año de esta serie, por cada mil nacidos vivos entre los indígenas, murieron 34,7 niños menores de cuatro años. Se trata de una tasa 2,44 veces superior a la registrada entre el resto de la población brasileña. Considerando los niños no indígenas, hubo 14,2 muertes por cada mil nacidos vivos en 2022.

En los demás años de la serie, la situación es similar: la mortalidad entre los indígenas siempre fue de más del doble. La menor diferencia se registró en 2020. En ese año, hubo 29,6 muertes infantiles por cada mil nacidos vivos, es decir, 2,41 veces superior a la tasa de 12,3 muertes registrada para el resto de la población.

Los datos demuestran que los indígenas viven en un escenario inadecuado, teniendo en cuenta los objetivos marcados por la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Aprobada en una asamblea celebrada en 2015 con la participación de 193 países, la Agenda 2030 incluye 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) para erradicar la pobreza y lograr un mundo mejor para los pueblos y las naciones en 2030.

En el caso de la mortalidad de menores de cinco años, la meta es reducirla a menos de 25 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. "Aunque este nivel ya ha sido alcanzado por los niños brasileños no indígenas, todavía es una realidad lejana para la población indígena del país", afirma el estudio.

En cuanto a las muertes neonatales, también hay una diferencia significativa. Entre los indígenas, 12,4 bebés de hasta 27 días murieron por cada mil nacidos vivos en 2022. Esta tasa fue de 8 entre el resto de la población.

Según la Agenda 2030, el objetivo es reducir la mortalidad neonatal a por lo menos 12 por cada mil nacidos vivos.

Con información pública recogida del Sistema de Información de Mortalidad del Departamento de Informática del SUS (DataSUS) y titulado "Desigualdades en la salud de los niños indígenas", el estudio elaborado por el ICPN fue el duodécimo de una serie que aborda cuestiones relacionadas con el desarrollo de la primera infancia.

En caso de las enfermedades respiratorias e infecciosas, el reporte halló que representan el 18 y 14 por ciento, respectivamente, de las causas de muerte de los indígenas de hasta cuatro años en 2022; mientras que en el resto de la población en este grupo etario, los porcentajes son mucho menores, 7 por ciento y 6 por ciento respectivamente.

Además, las enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas representaron el 6 por ciento de las muertes entre los niños indígenas, una tasa seis veces superior al 1 por ciento registrado en los demás niños.

A la vista de estos datos, los investigadores señalan las enfermedades como un importante factor de riesgo. "En términos proporcionales, se observa que los niños indígenas mueren más por enfermedades prevenibles que los no indígenas", escribieron.

Según el Censo Demográfico de 2022, hay casi 1,7 millones de indígenas en Brasil. La región Norte, donde hay la mayor concentración, representa 45 por ciento de ese contingente.

Los investigadores señalaron algunas dificultades, como el acceso a los territorios por largas distancias, la falta de transporte, el número insuficiente de profesionales sanitarios y la falta de formación, para mejorar los indicadores de salud de esta población.

Además, según el estudio, hay un aumento de la exposición a enfermedades debido a las agresiones ambientales. Los indígenas se ven obligados a abandonar sus territorios ante la degradación. A esto también se suma la expulsión de sus territorios por invasores como factores que incrementan la vulnerabilidad de la salud indígena. Fin