Indios brasileños celebran el Día del Indígena con optimismo para superar un presente desfavorable

Indios brasileños celebran el Día del Indígena con optimismo para superar un presente desfavorable

RIO DE JANEIRO, 19 abr (Xinhua) -- Brasil celebró hoy el Día del Indígena en un contexto desfavorable para la población india, calculada en cerca de un millón de personas de más de 250 grupos étnicos y que viven en casi el 14 por ciento del territorio nacional.

En medio de las amenazas de violencia y el riesgo de ser despojados de sus derechos por la presión de los terratenientes, hidroeléctricas y empresas mineras, los indígenas se ven obligados a luchar por su autonomía.

Ante este panorama, los indios brasileños intentan utilizar el comercio y el turismo como formas alternativas de volverse menos dependientes de los recursos cada vez más escasos de la Fundación Nacional del Indígena (Funai).

Para tener éxito en su intento de vender sus propios productos y en el uso de los recursos naturales de sus territorios, los pueblos indígenas se enfrentan al reto de buscar una mayor representatividad en el Congreso, a quien le corresponde crear políticas específicas para proporcionar seguridad jurídica y asegurar el desarrollo financiero del cual siempre los indígenas brasileños siempre han sido privados.

"Actualmente podemos ver en el Congreso una desproporción absurda en el congreso brasileño que favorece a los que quieren el retroceso de los derechos de los pueblos indígenas como están previstos en la Constitución de 1988 y en el derecho internacional", explicó a Xinhua el sociólogo Antonio da Costa, de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ).

Según Da Costa, quien también es antropólogo, los indígenas son dejados de lado mientras se forjan vínculos entre ejecutivos y terratenientes.

"Nuestro congreso es extremadamente conservador y representa -a través de legisladores vinculados a terratenientes, a la agroindustria, a compañías y consorcios de minería y a las hidroeléctricas- la mayor amenaza a los derechos de los pueblos indígenas", comentó.

El asesor de Funai en el Congreso, Sebastiao Terena, aseguró que los líderes indígenas han trabajado para impulsar la participación del colectivo en las elecciones de 2018, en especial en el Congreso Nacional, aunque ello no evita las grandes dificultades a superar, como lo muestra que en toda la historia del Parlamento brasileño, el único indígena elegido diputado federal fue Mário Juruna, en 1982.

Actualmente, apenas 117 indígenas ejercen como concejales en 25 estados, mientras que hay otros cuatro que son alcaldes y uno vicealcalde.

"Pese a la falta de recursos e infraestructura, por primera vez tendremos precandidatos indígenas en al menos 10 estados y en el Distrito Federal", explicó Terena, a falta de que las candidaturas queden oficialmente formalizadas, en julio.

Para Maria Amoroso, coordinadora del Centro de Estudios Ameríndios de la Universidad de Sao Paulo (SUP), "es crucial que se muestre respeto por los indígenas y su forma de vivir y producir. Para ello, los derechos establecidos por la Constitución y por las convenciones internacionales deben ser aplicados", explicó a Xinhua, y recordó que la propia ONU tiene una convención sobre los derechos de los pueblos indígenas.

En un Congreso reciente, el presidente de la Funai, Franklimberg Ribeiro Freitas, dijo que corresponde a los indígenas decidir sobre el modelo de desarrollo que adoptarán.

"La Funai debe apoyarlos para ayudarlos a alcanzar sus metas. En varias regiones, la producción de los indígenas se ha dirigido al comercio de sus productos y servicios, como el turismo ecológico. Esas experiencias han demostrado que la minería, el comercio y el turismo sostenibles pueden ayudar a expandir el desarrollo de los territorios indígenas", dijo.

Algunos ejemplos de cómo los indios que tienen sus territorios demarcados han logrado buenos resultados en el comercio de sus productos fueron divulgados por el portal G1.

Apenas en la cosecha 2017/2018, el grupo étnico Kaiapó, del amazónico estado de Pará (norte), recaudó cerca de 300.000 dólares con la venta de 200 toneladas de castaña. Otros 11.500 se obtuvieron con la venta de semillas de cumaru, una planta utilizada para fabricar medicinas y aromas, y también como insumo en la industria de la madera.

En otro ejemplo, la castaña rindió a los Xipaya y Kuruaya, también del estado de Pará, 133.000 dólares, mientras que los índios de los Territorios Indígenas del Alto y Medio Río Negro recaudaron 73.800 dólares con la venta de unas 6.000 piezas de artesanía. Otros grupos obtienen sus ingresos con la comercialización de champiñones, pimienta y miel. Fin

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Palabras clave : Brasil-Indios

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