Por Matthew Rusling

WASHINGTON, 19 ene (Xinhua) -- El Pentágono emitió el viernes la Estrategia de Defensa Nacional de Estados Unidos, cambiando su énfasis, por la primera vez en más de una década, de la lucha contra el terrorismo a prepararse para lo que considera como una amenaza por parte de China y Rusia.

Expertos estadounidenses aseveraron que no es probable que el documento afecte a las relaciones integrales China-EEUU.

"COMPETICION DE GRAN POTENCIA" AHORA ENFOQUE PRINCIPAL

Mientras que Estados Unidos continuará luchando contra el terrorismo, "la competencia de gran potencia, y no el terrorismo, es ahora el enfoque principal de la seguridad nacional de Estados Unidos", dijo el secretario de Defensa norteamericano, Jim Mattis, en un discurso pronunciado en la Universidad Johns Hopkins.

La nueva estrategia de defensa estadounidense refleja la Estrategia de Seguridad Nacional anunciada en diciembre por el presidente Donald Trump, que destaca las políticas militares y exteriores del Gobierno estadounidense nombrando a China y Rusia como "competidores".

La estrategia tiene como objetivo "restaurar la ventaja militar competitiva del país norteamericano para evitar que Rusia y China desafíen a Estados Unidos, sus aliados, o busquen cambiar el orden internacional existente desde el final de la II Guerra Mundial", indicó el Departamento de Defensa en un comunicado divulgado el viernes.

La estrategia busca implementar "la paz a través de la fuerza, la afirmación del rol internacional de EEUU, la estructura de alianza y la asociación estadounidense y la necesidad de construir la ventaja militar de Estados Unidos con el fin de mantener lo que el departamento considera como "equilibrios clave de poder regional", manifestó.

Hablando con los reporteros del Pentágono, Elbridge A. Colby, subsecretario asistente de Defensa del Departamento de Estrategia y Desarrollo de Fuerza, dijo que la estrategia no es de confrontación, sino una "estrategia que reconoce la realidad de la competencia".

La nueva perspectiva también representa un cambio importante en la política exterior estadounidense, ya que la lucha mundial contra el terrorismo dominó los planes de Washington desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, que causaron la muerte de casi 3.000 civiles y provocaron las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán.

Pero ahora, la administración de Trump considera que China y Rusia representan un desafío mucho más sustancial debido a su capacidad de alterar la vida a una escala mayor, dijo Darrell West, miembro senior de la Brookings Institution.

Tom Spoehr, director del Centro de Defensa Nacional de la Fundación Heritage, dijo a Xinhua que la estrategia muestra el "reconocimiento de Estados Unidos de que el terrorismo, aunque es un problema importante, no amenaza a los intereses nacionales vitales de Estados Unidos".

LA ESTRATEGIA PROBABLEMENTE NO ALTERARA LAS RELACIONES ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA

Si bien la estrategia de defensa es de línea dura, los expertos dijeron que eso probablemente no tendrá un impacto negativo en las relaciones entre EEUU y China, ya que los dos países tienen relaciones comerciales sólidas que los hacen económicamente dependientes el uno del otro.

"El ejército cuenta a menudo con la mayoría de las personas de línea dura, así que no es sorprendente que tomen la línea más dura sobre estos temas. No significa que todo el gobierno de EEUU haya adoptado esos puntos de vista", dijo West.

Por otra parte, los diplomáticos de estadounidenses tomarán un tono diferente, según los analistas.

"Los diplomáticos generalmente adoptan un tono más suave y los analistas económicos entienden el valor de continuar una fuerte relación comercial con China. Cada una de esas perspectivas actuará como un contrapeso a las personas de línea dura de la administración y controlará la acción", dijo West.

"En el futuro previsible, no creo que esta estrategia afecte la relación entre Estados Unidos y China", dijo West. Fi