MEXICO, 2 nov (Xinhua) -- Miles de familias mexicanas conmemoraron hoy el Día de Muertos en el estado de Michoacán (occidente), particularmente en un pueblo purépecha que vive cerca del lago de Pátzcuaro, quienes al llegar el 2 de noviembre, llevan a cabo una "velación" rodeando el lago y la Isla de Janitzio.
El tributo a los difuntos en Michoacán es uno de los eventos más importantes de México, donde los ritos en torno a la muerte son más coloridos, sobre todo en las regiones de Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Janitzio, Jarácuaro, Ihuatzio y Tzurumútaro.
Al llegar la víspera del Día de Muertos, todo es un ambiente de fiesta en Michoacán hasta que llega la hora del sonido de las campanas y las almas se presentan, mientras que los vivos se empiezan a congregar para recibir a sus seres queridos.
La gente permanece toda la noche cerca de las tumbas de sus difuntos con ofrendas, flores, pan, frutas, símbolos y recuerdos para venerar a los seres que ya no están con ellos.
Familias enteras montan un altar y se sientan a contemplar las llamas de sus velas mientras van orando y recordando anécdotas de sus parientes.
Al morir, las almas vuelan como mariposas monarcas sobre un lago encantado hasta la Isla de Janitzio y sólo se necesita abrir el corazón para que al atravesar en lancha el lago se puedan ver las almas dibujarse entre las aguas del lago de Pátzcuaro, dice una leyenda purépecha.
En Michoacán, el Día de Muertos es una tradición que conserva la manifestación de profundo respeto y veneración a los seres que materialmente ya no existen y a los que, a través de la ofrenda, se rinde tributo.
En la entidad, las celebraciones comienzan desde el 31 de octubre, con la cacería del pato, a la que sigue la colocación del altar de "angelitos", el día 1 de noviembre, para concluir con las honras a los difuntos el día 2.
Parte de las ceremonias que se efectúan para estos días, es la reunión y ofrenda colectiva organizada por los jóvenes purépechas; es como una especie de "rapiña" permitida y apoyada por las autoridades de la comunidad.
El hermoso ritual para honrar a las ánimas en Michoacán privilegia el recuerdo sobre el olvido como una celebración a la memoria.
Por su riqueza cultural, las ceremonias del Día de Muertos de todos los pueblos indígenas de México fueron distinguidas, en 2003, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Fin