El empresario brasileño Joesley Batista, dueño del grupo JBS, la mayor productora de proteína animal del mundo, emitió hoy una nota en la que admite pagos indebidos a políticos y pide "disculpas a todos los brasileños" por las relaciones de la empresa con las autoridades.

El documento fue presentado horas después de la publicación de una conversación entre el empresario y el presidente brasileño, Michel Temer, que ha sacudido Brasil y ha puesto contra las cuerdas al mandatario.

En marzo, el empresario grabó la conversación que tuvo con Temer, cuyo contenido, de unos 40 minutos, fue divulgado hoy y ha comprometido mucho el futuro del presidente, que da el aval para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso por corrupción.

"No honramos a nuestros valores cuando tuvimos que interactuar, en varias ocasiones, con el gobierno brasileño. Y no estamos orgullosos de eso. Nuestro espíritu emprendedor y nuestro deseo de progresar choca, a menudo, con un sistema brasileño que crea dificultades para vender servicios, lo que nos llevó a optar por pagos indebidos de agentes públicos", asegura la nota.

Joesley acordó, junto a su hermano Wesley, también dueño de JBS, colaborar delatando a la Justicia una serie de corruptelas que salpican a políticos del país y al propio Temer, con la intención de "exponer con claridad, la corrupción de las estructuras del Estado brasileño".

La Corte Suprema abrió hoy una investigación contra el presidente, quien hoy ha manifestado con rotundidad su intención de mantenerse en el cargo.

En la carta, Joesley Batista dijo que "no hay justificación" por los actos cometidos.

"Pedimos disculpas a todos los brasileños y a todos aquellos a los que decepcionamos, que creyeron en nosotros. Enfrentaremos este difícil momento con humildad y lo superaremos madrugando y trabajando mucho", concluye el empresario.