La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fustigó este lunes desde la capital mexicana los altos niveles de corrupción en América Latina, incluyendo Brasil, al considerar que como una forma de combatir también este flagelo, "es fundamental" combatir los paraísos fiscales.

Rousseff, quien participó en esta capital en un coloquio sobre el futuro e igualdad en América Latina, hizo estas afirmaciones en una rueda de prensa.

Para la política sudamericana, la corrupción, es hecha con los llamados recursos no tributados que generan los paraísos fiscales y que provienen de fuentes como el terrorismo.

"Una fuente son recursos del terrorismo, gran fuente, otra fuente es del narcotráfico y la otra ¿cuál es? de recursos fiscales escondidos para que no sean tributados, por eso se llaman paraísos fiscales" , expuso la expresidenta de Brasil.

Al referirse al futuro económico y político en la región, Rousseff advirtió que un regreso del neoliberalismo en América Latina sería "muy grave para la democracia y el combate a la corrupción".

Rousseff también fue preguntada respecto a las próximas elecciones de 2018 en Brasil y sobre el futuro de ese país.

En ese sentido, destacó la importancia de preservar la democracia en su país, al tiempo de expresar su apoyo al también exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, quien este lunes se pronunció por elecciones anticipadas ante una nación "desgobernada".

Rousseff, remarcó que Lula, además su mentor y también exmendatario brasileño, "no puede ser excluido de la carrera electoral hacia el 2018".

"No pueden sacar a Lula del proceso porque, a pesar de todos los días dar un inmenso espacio en todos los medios de comunicación para destruir la biografía de Lula, cuando se hacen encuestas en Brasil, como se hizo en la semana pasada, él es el más votado" , enfatizó.

Rousseff, quien estuvo en el poder de 2011 hasta 2016, destituida por el Congreso de Brasil, aseguró que en su vida ha vivido dos "golpes" en su país.

"He vivido dos golpes en Brasil, yo viví un golpe militar que comienza en 1964 y que va a durar 21 años y viví ahora recientemente este golpe parlamentario" , expuso tras insistir que el golpe de Estado pone en riesgo las elecciones presidenciales de 2018 en las que Lula es uno de los candidatos predilectos, pese a que le pesan cinco acusaciones en el megaescándalo de corrupción del caso Petrobras. .

Finalmente la política defendió las políticas de bienestar social que permitieron que Brasil tuviera grandes reservas monetarias y la tasa de desempleo más baja. F