El 25º contingente de militares brasileños que deben formar parte de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) empezaron a partir hoy hacia la isla caribeña, con la incertidumbre de si será o no el último grupo de soldados brasileños en la misión.
El ministro brasileño de Defensa, Raúl Jungmann, despidió hoy en la Base Aérea de Recife (capital regional de Pernambuco, noreste del país) a 247 hombres de las Fuerzas Armadas brasileñas que salieron hacia Haití, a la espera de que los 743 militares que faltan para completar los 990 hombres que el país sudamericano tendrá en la isla embarquen en las próximas dos semanas.
El contingente debe sustituir a los 968 soldados brasileños que están en Haití y que en los próximos días empezarán a volver a su país.
Brasil es el país que más cascos azules aporta a la MINUSTAH, cuya presencia en Haití está garantizada hasta abril de 2017, aunque el ministro de Defensa aseguró que la intención del Gobierno es dejar de formar parte de la misión y empezar a participar en otras.
"Estamos en Haití hace 12 años y consideramos que es hora de atender otras peticiones. Tenemos solicitudes de la ONU para integrar por lo menos otras 14 o 15 misiones de paz", dijo Jungmann ante la prensa.
"Creo que para nosotros este ciclo tiene que concluir, pero eso va a depender, obviamente, de las negociaciones de la ONU y del Gobierno brasileño", agregó el titular de Defensa de Brasil.
La ONU, que llegó a tener hasta 30.000 militares en Haití en 2004, comenzó un proceso gradual de retirada hace dos años y ahora tan solo cuenta con las tropas brasileñas, que extendieron su presencia el año pasado tras las fraudulentas elecciones, que se debían repetir en octubre de este año, pero que fueron aplazadas debido a los destrozos que causó en la isla un huracán.