Ya es un consenso mundial que China y Estados Unidos, dos gigantes situados en lados opuestos del océano Pacífico, juegan un papel clave en la formación del futuro de la vasta región que se encuentra entre ellos, y cuya eminencia en los asuntos globales está creciendo cada día.
Con este telón de fondo, existe una sensación cada vez mayor entre los funcionarios y expertos chinos, estadounidenses y asiáticos de que la primera visita de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a EEUU podría fortalecer las interacciones positivas China-EEUU en la región de Asia-Pacífico, y de este modo conseguir que el océano Pacífico haga honor a su nombre.
El presidente Xi, firme defensor de la paz y la prosperidad en Asia-Pacífico, ha reiterado que "el amplio océano Pacífico es suficientemente vasto para acoger tanto a China como a EEUU".
También ha urgido en repetidas ocasiones a que ambas partes honren sus compromisos para interactuar activamente en la región Asia-Pacífico, alenten la diplomacia inlcusiva, y conjuntamente jueguen un papel constructivo para reforzar la paz, la estabilidad y la prosperidad regionales.
Con sus importantes responsabilidades compartidas para la región, China y EEUU han puesto en marcha una comunicación y coordinación de múltiples niveles y en múltiples campos en Asia-Pacífico. Impulsada por la visita de Xi, tal coordinación y cooperación no solo es una bendición para los dos países, sino que también beneficiará a la región de Asia-Pacífico y al mundo entero.
CAMPO DE PRUEBAS PARA NUEVO MODELO DE LAZOS ENTRE GRANDES POTENCIAS
En los últimos años, China y EEUU han emprendido esfuerzos conjuntos para construir un nuevo modelo de lazos entre grandes potencias, caracterizado por el no conflicto y la no confrontación, el respeto mutuo y la cooperación de ganar-ganar.
Muchos funcionarios y expertos de ambas naciones creen que la región Asia-Pacífico debería convertirse en un "campo de pruebas" para tal tarea.
"Lo que (China y EEUU) estamos haciendo para construir este nuevo modelo de relaciones servirá definitivamente como una muy buena guía para nuestras interacciones en la región Asia-Pacífico; lo que estamos haciendo en Asia-Pacífico dará más esencia a este nuevo modelo de relaciones", dijo el embajador chino en EEUU, Cui Tiankai, el pasado mes de mayo durante un discurso de políticas en Houston.
"En mi opinión, nuestros esfuerzos para conseguir interacciones constructivas en la región Asia-Pacífico serán un pilar importante para este nuevo modelo de relaciones. Y la región será un campo de pruebas para este nuevo modelo", agregó.
"En la región Asia-Pacífico, China y EEUU necesitan negociar y cooperar, en vez de actuar en base a su propia voluntad y 'dividir' el océano. Esta región debería ser el terreno de pruebas para la cooperación de beneficio recíproco entre los dos países", dijo Ruan Zongze, vicepresidente del Instituto de China sobre los Estudios Internacionales (CIIS, siglas en inglés).
Jia Xiudong, un destacado investigador del citado instituto, también señaló que Asia-Pacífico, como una región donde los intereses de China y EEUU están más entretejidos y sus interacciones son las más intensas, debería convertirse en un terreno de pruebas de ambas naciones para explorar el nuevo modelo de relaciones entre grandes países.
"Esto tiene que salir bien, de lo contrario, el coste del fiasco sería demasiado pesado para cualquiera de los países", añadió.
"Si China y EEUU pueden, por fin, construir un nuevo modelo de relaciones entre grandes potencias depende, en gran parte, de sus interacciones en la región Asia-Pacífico", dijo a Xinhua Wu Xinbo, director del Centro de Estudios Americanos de la Universidad de Fudan, en Shanghai.
En realidad, en el proceso de construir un nuevo modelo de relaciones entre grandes países, entre China y EEUU, no sólo existen muchos precedentes exitosos de interacción positiva en la región Asia-Pacífico, sino que también hay un gran número de ejemplos contemporáneos a seguir.
Jeffrey Bader, de la Institución Brookings, quien fuera asesor del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre las políticas sobre China, en el Consejo de Seguridad Nacional, escribió recientemente en un artículo que el Este Asiático ha logrado evitar enfrentamientos militares a gran escala desde los años setenta del siglo pasado, lo que se debe a la madurez y al sano juicio de la mayoría de los Estados de la región.
Además, esto también se atribuye a la reconciliación de las potencias de esta región, EEUU y China, iniciada por Richard Nixon y Henry Kissinger, y alimentada por los siguientes gobiernos de Washington y de Beijing, agregó.
A nivel político y estratégico, los dos países han establecido el mecanismo de consultas Asia-Pacífico. En cuanto a los lazos militares, que son considerados como la parte más vulnerable de las relaciones bilaterales, China y EEUU también han llevado a cabo varios ejercicios militares conjuntos, entre ellos los primeros simulacros de asistencia en caso de desastres, realizados en noviembre de 2013 en Hawái.
Asimismo, los dos países han mantenido una comunicación y coordinación fructíferas sobre los temas conflictivos en Asia, como el contencioso nuclear en la Península de Corea y el asunto de Afganistán.
BASE DE PAZ Y PROSPERIDAD REGIONALES
Una mayor interacción positiva y los esfuerzos conjuntos entre China y Estados Unidos para impulsar la prosperidad y la estabilidad regionales, representan las aspiraciones comunes de todos los países en la región.
Bob Hawke, ex primer ministro australiano, ha dicho que el tema clave en garantizar la seguridad en la región Asia-Pacífico es la orientación de las relaciones sino-estadounidenses.
Todos los países asiáticos desean ver lazos más estrechos entre China y EEUU, dijo el primer ministro singapurense, Lee Hsien Loong, quien agregó que es una buena señal que los dos países hayan expresado que el vasto océano Pacífico es suficientemente grande para albergar a ambas naciones.
Chheang Vannarith, cofundador y presidente del Instituto para Estudios Estratégicos de Camboya, apuntó que las relaciones China-EEUU son muy importantes para el mundo entero, especialmente para la región Asia-Pacífico.
Unas relaciones mejoradas ayudarán a la estabilidad política, a la seguridad y al desarrollo en todo el mundo, señaló, añadiendo que la buena comunicación entre líderes de los dos países es particularmente importante.
"En Asia-Pacífico, China y Estados Unidos son ambos extremadamente importantes para otros países de la región. Los países del sureste asiático no quieren elegir entre las dos potencias, ya que los vínculos comerciales con China y la cooperación de seguridad con Estados Unidos son ambos vitales para ellos", dijo a Xinhua Peter Cai, experto chino de News Corp. Australia.
Vikram Nehru, investigador del Programa de Asia de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional, subrayó que ante el ascenso de China, muchos países de Asia-Pacífico son atraídos a la órbita económica china, y que Beijing se ha convertido en el mayor socio comercial de todas las economías en la región.
Más de 50 países, incluidas muchas naciones de Asia-Pacífico, se han convertido en miembros fundadores del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), mostrando que han tomado una postura más madura, agregó.
Por su parte, otro experto chino en la Institución Brookings, afirmó que muchas economías de Asia-Pacífico, como Australia, Singapur, Corea del Sur, y Vietnam, quieren formar parte de las dos iniciativas chinas (el BAII, y la Franja y la Ruta) y del esfuerzo estadounidense de reducir la barrera comercial. "Estos esfuerzos, diferentes, son de hecho complementarios". (Contin