Las cinco familias sirias refugiadas en Uruguay levantaron el campamento de protesta en una plaza céntrica y aceptaron la propuesta del gobierno, que se comprometió a trabajar en la situación de cada familia en el país.
"Se ha logrado un acuerdo, por el cual todas las familias aceptaron retirarse de la Plaza Independencia y retornar a sus hogares", señala un comunicado de la Presidencia divulgado a última hora del jueves.
"Ante el hecho que las familias no tienen un reclamo uniforme sino distintas inquietudes, se acordó comenzar a partir de mañana, en los hogares de cada uno de ellas, un diálogo en base a cada situación particular", agrega el texto.
Destaca, además, que "el espíritu de entendimiento mutuo fue el que predominó en toda esta ocasión, y es el que guiará las conversaciones familia a familia que se abren ahora".
Representantes de las familias sirias que llegaron en octubre pasado acamparon entre lunes y jueves en la Plaza Independencia, frente a la sede del gobierno, reclamando retornar a Siria o Líbano, de donde vinieron.
Los refugiados quieren dejar el país alegando los bajos sueldos que reciben aquí y los altos costos de manutención que deben afrontar.
Desde el gobierno consideran que el objetivo de los sirios es viajar a países europeos como Alemania con mejores condiciones de vida.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, reveló el jueves que el gobierno de Líbano rechazó recibir nuevamente a este grupo de refugiados.
"Uruguay no les prohíbe a los sirios salir, pero hay que ver qué país los recibe", puntualizó el mandatario y comentó que "el gobierno estableció contactos con el Líbano para saber si podían recibir a los refugiados sirios y dijeron que no".
Las familias con 42 integrantes en total arribaron a Uruguay el año pasado mientras la llegada de otras siete familias estaba prevista originalmente para este año, con lo que totalizarían 116 los refugiados de ese origen. F