Durante una visita realizada hoy a la isla griega de Cos, importantes funcionarios europeos denunciaron la xenofobia existente y prometieron su apoyo a Grecia y a otros países ante la actual afluencia sin precedentes de refugiados.

El llamado para una solución humana y común al desafío se produce mientras las tensiones se agravan en la isla en donde un grupo de habitantes locales se enfrentaron a los migrantes en un incidente y refugiados se enfrentaron a la policía en otro.

Europa debe encontrar una solución que logre un equilibrio entre la protección de sus sociedades y la conservación de sus valores, dijo hoy en Cos el vicepresidente la Comisión Europea, Frans Timmermans.

"Si olvidamos esto, olvidaremos quiénes somos y dejaremos Europa a los xenófobos y los extremistas, quienes la destruirán", dijo Timmermans a los medios después de conversar con funcionarios locales.

Cos, Lesbos y otras islas griegas cercanas a la costa turca han recibido este año más de 200.000 migrantes y refugiados indocumentados provenientes sobre todo de Siria.

Esta cifra récord ha sometido a las autoridades y las sociedades locales a enormes presiones pues no pueden suministrar la ayuda fundamental a tal cantidad de personas.

Durante el verano, cientos de personas llegaron a las islas en embarcaciones y la comunidad internacional quedó consternada por las múltiples tragedias ocurridas en el mar, incluyendo la muerte de niños.

El comisionado de Migración y Asuntos Internos de la UE, Dimitris Avramopoulos, agregó durante la visita que Grecia recibirá el primer tramo de 33 millones de euros (37 millones de dólares) de un financiamiento de 474 millones de euros de la UE para ayudar a abordar la emergencia.

Los dos funcionarios de la UE hicieron la declaración el día en que cerca de 1.000 migrantes, en su mayoría afganos, intentaron tomar por asalto un barco con rumbo a El Pireo sin tener boletos. Los migrantes fueron rechazados por la policía.

Los migrantes han estado esperando durante días los procedimientos de registro en la isla que les entregará el permiso para continuar su viaje hacia el continente y después hacia las naciones del norte de Europa.

En otro incidente, un grupo de cerca de dos decenas de habitantes locales se enfrentaron a los refugiados fuera del departamento de policía local. La policía dispersó a la multitud con gas lacrimógeno. Fin