Aún se desconoce si el partido radical de izquierda conseguirá los suficientes escaños para gobernar el país por su cuenta, pero será la primera vez en la historia moderna de Grecia que un partido de izquierda gobierne al país después de la Segunda Guerra Mundial.

Samaras pidió al próximo gobierno continuar la reforma conducida durante los últimos cinco años paralelamente a la austeridad para abordar la crisis de la deuda que puso al país al borde del cese de pagos.

"Realmente espero que mis pronósticos estén equivocados", concluyó el primer ministro saliente, quien enfatizó que deja el cargo con Grecia como Estado miembro de la Unión Europea y de la eurozona.

Las promesas de campaña de Syrizia de entablar duras renegociaciones con los prestamistas internacionales sobre los vínculos tras el rescate y sobre la sostenibilidad de la deuda soberana de Grecia, revivieron la preocupación por un posible rompimiento con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, la bancarrota de Grecia y la salida de la eurozona.