El ingreso de El Salvador a Petrocaribe, una iniciativa energética que impulsa Venezuela, abre una posibilidad histórica de solución a los problemas estructurales salvadoreños, dijo hoy el catedrático de la Universidad de Oriente (Univo), Adán Rivas Mendoza.

El académico recordó que su país enfrenta una deuda externa equivalente a casi 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que repercute en las condiciones de vida de la inmensa mayoría salvadoreña.

En entrevista con Xinhua, destacó las bondades de un trato preferencial para su país derivado de Petrocaribe, que establece el pago del 50 por ciento del precio del valor del combustible en 30 días y el resto en un esquema de financiamiento a 25 años.

Este esquema, apuntó el académico salvadoreño, "abre un abanico de posibilidades para fortalecer la estructura financiera del gobierno y dar un empuje a las carteras vinculados a la inversión social".

Añadió que por medio de la integración, El Salvador podría tener un ahorro sustancial de su factura petrolera que ronda los 2.000 millones de dólares estadounidenses por año.

Expuso que la animadversión hacia el presidente venezolano Nicolás Maduro por Petrocaribe es un intento oligárquico de protesta para recuperar el control histórico de los recursos energéticos, y "devolvérselos a las nefastas corporaciones multinacionales".

Rivas Mendoza destacó de igual forma la perspectiva integracionista de América Latina heredada del pensamiento bolivariano promovido por el extinto comandante Hugo Chávez.

Se trata de una alternativa justa, equitativa y solidaria para el desarrollo de los países relegados a la miseria y la desigualdad estructural, expuso el académico salvadoreño.

Dijo que el presidente Maduro, como heredero del pensamiento revolucionario internacionalista de Chávez, mantiene esa fraterna concepción del desarrollo por bloques regionales, volviendo el acceso a los recursos energéticos cada vez más un derecho social.

El académico dijo que confía en que Petrocaribe, que agrupa a 17 países latinoamericanos y caribeños, permita a El Salvador superar "la pobreza estructural" asociada a un modelo económico capitalista "expoliador, excluyente y degradante de las masas trabajadoras".

Rivas Mendoza también rechazó las matrices de opinión que han expresado que Petrocaribe atiende a intereses mercantilistas para que se sostengan en el poder los mandatarios de los países que la conforman.

"Esos sectores están vinculados políticamente a los intereses económicos de los sectores elitistas de derecha, y tienen opiniones anacrónicas, propias del periodo de la guerra fría, sobre la concepción de la integración y la jurisprudencia constitucional", consideró.

Rechazó de igual forma que Petrocaribe constituya "un regalo directo o una disminución en los precios del mercado de los productos derivados del petróleo".

Más bien, dijo, "fomenta alternativas sobre los recursos de los países de Latinoamérica que son capaces de suministrar bajo pagos razonables de interés, pero siempre se asume como deuda soberana del pueblo salvadoreño".

Rivas Mendoza destacó el liderazgo indiscutible de Venezuela, y dijo que corresponde a una política de integración regional que pretende unificar un enfoque de solidaridad.

"Sólo aquellos que desconocen las realidades de nuestros pueblos, la miseria de nuestros trabajadores y campesinos, son capaces de cuestionar dicha lógica de cooperación", agregó. F