Las protestas por parte de los habitantes de una favela en el turístico barrio de Copacabana de Río de Janeiro obligaron hoy al cierre de los comercios y de varias calles del barrio tras una operación de la policía que terminó con un intenso tiroteo y dos muertos, a apenas 51 días para que empiece el Mundial de fútbol.
La protesta callejera comenzó tras la muerte ayer por la noche del bailarín y pinchadiscos Douglas Rafael de Silva Pereira, de 25 años, en la favela de Pavao-Pavaozinho, en la zona sur de Río de Janeiro, tras una supuesta operación policial.
Según expresaron los vecinos a los medios de comunicación, Da Silva Pereira fue confundido con un narcotraficante por parte de los agentes de policía que vigilan la favela, y tras una persecución, murió supuestamente a manos de los agentes, algo que la policía niega. Su cadáver fue encontrado dentro de una escuela de la favela y motivó la ira de los habitantes de la barriada.
En protesta por su muerte, algunos habitantes causaron incendios en varias calles de la favela, ubicada en un cerro en Copacabana, y posteriormente bajaron al barrio, obligando a cerrar la mayoría de los comercios de la zona y la circulación.
Tras la llegada de la policía, hubo un intenso tiroteo que se saldó con la muerte de un joven de 30 años y otro de 12, según la prensa local, aunque la policía todavía no lo confirmó.
La favela de Pavao-Pavaozinho y la vecina de Cantagalo, que se encuentran entre Copacabana e Ipanema, los barrios más turísticos de esta ciudad brasileña, tienen cerca de 10.000 habitantes y están "pacificadas", es decir, sin el dominio del narcotráfico y bajo el control del estado, desde 2009.
También hoy por la mañana, hubo un intenso tiroteo entre policía y bandidos en la favela de Rociha, la mayor de Brasil y ubicada entre dos lujosos barrios de Río de Janeiro, aunque no hubo víctimas.
Los hechos suceden a apenas 51 días para que empiece el Mundial de fútbol, cuya final, el 13 de julio, se disputará en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. F