Las fuerzas armadas de Paraguay pueden apoyar a la policía para garantizar la seguridad pública durante la huelga general convocada por varias centrales obreras para el 26 de marzo, anunció hoy miércoles en Asunción el ministro de Defensa, Bernardino Soto.

Soto dijo, citado por la prensa paraguaya en Asunción, esperar que la policía "no sea rebasada" en los eventuales disturbios aunque aclaró que los militares actuarán "si es necesario" para "restablecer el orden en caso de que esté gravemente perturbado".

Por eso, las fuerzas castrenses se mantendrán en "apresto operativo" durante esa huelga de manera de garantizar la "seguridad cudadana" y la "defensa de la institucionalidad", declaró el ministro paraguayo.

Recordó que "históricamente" los militares están en apresto operacional durante elecciones partidarias y nacionales.

"La hipótesis es que se quiere utilizar esta movilización para violentar y ocasionar un grave daño no solamente para la ciudadanía sino a toda la institucionalidad de la República", sostuvo Soto, en alusión a la versión del ministro del Interior, Francisco de Vargas, quien dijo que el gobierno prevé disturbios violentos en la huelga.

El ministro de Defensa agregó al respecto que puede haber sectores interesados en que se produzcan "víctimas" o situaciones de "violencia extrema".

"Ojalá que todos aquellos que quieren manifestarse se manifiesten, pero dentro del marco del respeto a las normas establecidas", planteó Soto.

Enfatizó, además, que la actuación militar será "dentro del marco constitucional y legal".

Desde su punto de vista, "estamos preparados" pero "ojalá que las fuerzas armadas no salgan a las calles a defender la institucionalidad y cooperar para la convivencia pacífica de la ciudadanía".

Varias centrales sindicales paraguayas formalizaron la semana pasada ante el Ministerio de Trabajo la realización de una huelga general general el próximo 26 de marzo en reclamo de un aumento del 25 por ciento al salario mínimo (de unos 350 dólares mensuales en el sector privado), entre otras reivindicaciones.

La administración estatal, la educación y el transporte son sectores que tendrán un alto nivel de acatamiento de la medida, según anticiparon los sindicatos.

El ministro del Interior, Francisco de Vargas, señaló que unos 17.000 policías se movilizarán para prevenir cualquier incidente durante la protesta obrera.

Según De Vargas, "los organismos de inteligencia del Estado tienen información sobre planes para generar disturbios similares a los de marzo de 1999, que produjeron un cambio de gobierno", en alusión a la renuncia del entonces presidente Raúl Cubas. Fi