La búsqueda del avión de Malaysia Airlines desaparecido desde el sábado pasado enfrenta una serie de dificultades, en que la mayor es localizar el área donde se perdió la nave, expresó Jean-Paul Troadec, ex director de la Oficina de Investigación y Análisis francesa para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA).
"La búsqueda en el mar es muy compleja, especialmente cuando se desconoce dónde desapareció exactamente el avión", comentó el martes Troadec en una conversación por teléfono con Xinhua.
"Además, en la superficie del mar hay muchos objetos y sustancias contaminantes, de manera que no podemos saber con seguridad si algún objeto pertenece o no al avión hasta que nos acercamos a él", agregó.
Troadec, quien participó en la búsqueda del avión Airbus A330 de Air France que cayó en el océano Atlántico el 1 junio de 2009 causando la muerte de las 228 personas a bordo, explicó que en aquella ocasión demoraron seis días en encontrar los primeros restos de la nave.
Actualmente, decenas de embarcaciones y aviones de unos 10 países toman parte en la búsqueda del avión de Malaysia Airlines en las aguas alrededor de la zona donde los radares lo registraron por última vez, pero hasta el momento no se tiene pista alguna del mismo.
El Boeing 777-200, con 227 pasajeros y 12 miembros de la tripulación a bordo, desapareció repentinamente del radar la madrugada del sábado después de despegar en Kuala Lumpur con destino a Beijing.
"La búsqueda de los restos y las cajas negras pueden realizarse al mismo tiempo (...) Como las condiciones climáticas y las corrientes en la superficie marítima cambian rápidamente, mientras más larga sea la búsqueda, más difícil será localizar el lugar del accidente", señaló el experto francés.
Al comparar este accidente con el del avión de Air France que cubría la ruta Río de Janeiro-París, Troadec declaró que la mayor diferencia es que en el caso de la aeronave francesa el alcance de la búsqueda se redujo a un círculo sobre el mar con un radio de 75 kilómetros.
"Pero resulta difícil localizar la caja negra bajo el mar", pese a que este tipo de equipo es capaz de emitir señales acústicas bajo el agua durante los primeros días, que incluso podrían durar entre 30 y 40 días en dependencia de la batería del equipo.
"Una vez que muere la batería, la localización hay que realizarla de otras maneras", acotó.
En la búsqueda del avión francés no se detectaron las señales acústicas enviadas por las cajas negras, de manera que "encontramos los restos a través de la ecolocalización", reconoció. "La detección bajo el mar duró más de dos años", añadió.
A la pregunta de si podrá ser encontrado el avión malasio desaparecido, Troadec respondió que "no es imposible, pero puede tomar mucho tiempo".
"Mientras más amplia sea el área de búsqueda, mayor será el tiempo y el coste requeridos en la operación (...) Lo más importante es usar todos los medios que tenemos a nuestra disposición para determinar el área más reducida posible para la búsqueda", dijo.
Troadec reveló además que la BEA ha ofrecido su ayuda a las autoridades de Malasia y Vietnam, pero hasta el momento ninguno de los dos países ha solicitado su asistencia en la investigación.