El Gobierno brasileño admitió hoy que al menos 24 médicos cubanos contratados dentro del programa gubernamental Más Médicos, que pretende cubrir las vacantes en los puestos más remotos y aislados del país, ya dejaron el programa, mientras que otros tres no aparecieron para trabajar y no fueron localizados.
Según explicó el ministro de Salud, Arthur Chioro, la cifra es "insignificante" ante los 9.549 médicos extranjeros llegados al país para participar en el programa, de los que unos 7.400 son cubanos.
Las palabras del ministro llegan después de que una médica cubana pidiera la semana pasada refugio político en el país tras desertar del programa, alegando, entre otros motivos, sentirse engañada puesto que de los cerca de 4.150 dólares de sueldo que paga el gobierno brasileño, apenas recibía 400, mientras que otros 600 le eran depositados en una cuenta en Cuba y el resto se quedaba en manos del Gobierno cubano.
El caso levantó mucha polémica en Brasil al poner de manifiesto las condiciones en las que trabajan los médicos cubanos en el país, que son casi el 70 por ciento del total. Para el ministro de Salud, de los 24 cubanos que dejaron el programa, 22 ya han vuelto a Cuba, mientras que los otros dos, son la doctora Ramona Matos, que pidió asilo en Brasil, y Ortelio Jaime Guerra, que viajó a Estados Unidos y también pidió refugio político en suelo estadounidense.
"A nosotros lo que nos preocupa realmente es reponer inmediatamente cada profesional y garantizar a cada brasileño y brasileña el derecho de tener un equipo completo de médicos. Las desistencias y abandonos suceden a un número insignificante. Es una cosa alrededor del 1 por ciento del volumen que tenemos", explicó Chioro.
El ministro de Salud de Brasil anunció hoy la llegada de otros 2.891 médicos, que se sumarán a los 6.658 que ya actúan en 2.166 ciudades y 28 distritos indígenas en el país.
El programa Más Médicos fue lanzado el año pasado por la presidenta Dilma Rousseff para atender una de las demandas de las manifestaciones callejeras que hubo en todo el país, como era una mejora de la sanidad pública.
Tras convocar las plazas primero para los galenos brasileños, las restantes son llenadas con médicos extranjeros, algo que provocó desde el inicio el rechazo de la mayoría de colegios e instituciones médicas brasileñas.