Los indígenas de Perú harán escuchar sus voces durante la Conferencia de las Partes (COP20) del Convenio Marco sobre el Cambio Climático que se reunirá en Lima del 1 al 12 de diciembre de este año, afirmó hoy el viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales, Gabriel Quijandría.
El funcionario dijo en entrevista con Xinhua que existe una vinculación de los indígenas en el marco del COP20, con el equipo responsable de su organización que les permitirá participar en este foro.
"La idea es que ellos tengan su espacio de participación para que puedan transmitir sus preocupaciones a nivel de la sociedad civil y por intermedio de estas llegar a los negociadores internacionales", dijo Quijandría al referirse a esta cita que reunirá a unos 12.000 representantes de 198 países.
Con respecto a la forma como las autoridades peruanas canalizan las inquietudes de estas poblaciones originarias, considerados los guardianes de la Amazonia y los glaciales andinos, el viceministro dio a conocer las coordinaciones con los principales gremios nativos.
"A nivel de la agenda interna trabajamos de cerca con la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (Conape) y las confederaciones andinas, en proyectos específicos", explicó.
El viceministro señaló que entre las preocupaciones de las poblaciones nativas de la Amazonía peruana y los Andes resaltan las amenazas del cambio climático y la protección de su hábitat de la depredación a la que se encuentran expuestos.
"Nos preocupa la custodia de las riquezas biológicas de la biodiversidad que existe en la Amazonía peruana", dijo al subrayar que el gobierno, a través del Ministerio de Ambiente tiene interés de acercarse a estas poblaciones para tender más puentes de diálogo y coordinación para trabajar una agenda común.
"Estamos trabajando con ellos en el sistema de establecer confianza mutua y en la primera etapa hemos logrado ya establecer un cronograma de reforestación de tierras con participación de estas poblaciones", anotó.
Los pobladores peruanos de la región amazónica, tan grande como Alemania o Francia, están preocupados por el avance de los colonos y las industrias extractivas ilegales que provocan un ritmo de deforestación estimada en 6.145 hectáreas anuales.
"Hemos agotado una agenda de interés para estas comunidades amazónicas como la seguridad de la tenencia de las tierras, que es un pasivo histórico en Perú, porque refleja cuán seguro es la tenencia de este bien en esta zona del país", sostuvo.
Quijandría agregó que se trata de solucionar la tenencia y propiedad de la tierra con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el cual ha contribuido en el desarrollo de un programa de titulación de tierras.
Según el viceministro, este programa también contempla asuntos como el saneamiento legal y la ampliación de las extensiones de la tierra que reclaman para desarrollar sus actividades productivas.
"Un segundo tema tiene que ver con la capacidad de los pueblos indígenas para aprovechar sus recursos naturales, esencialmente sus recursos forestales", formuló.
Este tema, que es de interés vital para la economía de los indígenas peruanos, también ha sido motivo de las conversaciones con representantes de estos pueblos y funcionarios del Ministerio de Ambiente.
"A diferencia a lo que ocurre en otros países, en Perú no hay una tradición histórica de pobladores vinculados al aprovechamiento de la madera, del bosque, es algo que debemos generar para que estas comunidades tengan la posibilidad de aprovechar de manera racional los recursos que tienen dentro de su ámbito", indicó.
El viceministro explicó que se quiere aprovechar algunas experiencias exitosas que existen en algunas pequeñas comunidades, pese a que no son tradicionales.
Un tercer asunto tiene que ver con la capacitación y modernización que necesitan los sistemas de producción nativas para alcanzar una plena integración a la economía internacional.
Es vital integrar las capacidades productivas para que los indígenas puedan integrarse a la economía en igualdad de condiciones y estar menos expuestos a desventajas, frente a otros grupos, anotó.
Entre los productos de más alta demanda que producen las comunidades nativas peruanas destacan el café, cacao, frijoles, yuca, arroz, granos andinos y lanas de camélidos, que son altamente cotizados en el exterior, aunque muchas veces estos productos se pierden por falta de infraestructura vial y de comercialización.
Las poblaciones indígenas de Perú suman alrededor de 52 grupos, con sus propias lenguas y costumbres claramente determinados y reconocidos por el Viceministerio de Interculturalidad, de los cuales la mayoría de estos pueblos viven en la Amazonia peruana y se agrupan en la Aidesep y Conape.
Durante la próxima reunión del COP20 la mayoría de estas comunidades originarias, de las cuales la más numerosa es la quechua con ocho millones de miembros, harán escuchar sus voces y transmitirán sus preocupaciones con miras hacia la próxima COP21 en París, Francia. Fi