El aniversario número 25 del derrocamiento del general Alfredo Stroessner, que gobernó Paraguay con mano dura durante 35 años, es recordado hoy por el sistema político, los medios y la gente de a pie del país.
Stroessner se entronizó por décadas con el apoyo del Ejército y del Partido Colorado (Asociación Nacional Republicana, ANR) desdeñando las libertades y ejerciendo una férrea represión contra la izquierda.
En el final menos pensado, fue derrocado por su consuegro y mano derecha, Andrés Rodríguez, quien encabezó una insurrección militar que finalizó la madrugada del 3 de febrero de 1989.
De esa manera se abrió un nuevo periodo para la democracia paraguaya.
OCASO STRONISTA
Con 42 años, el general Stroessner protagonizó un golpe de Estado en mayo de 1954 para derribar al presidente Federico Chaves y en julio de ese año fue electo sin oposición en elecciones.
El poner fin a medio siglo de "anarquía" era el objetivo del nuevo régimen, que gradualmente suprimió las garantías constitucionales y ejerció una dura represión contra la izquierda.
Desde el Palacio de López -casa de gobierno- modificó la Carta Magna para habilitar la reelección indefinida que en muchos comicios se plasmaba sin contendientes.
Recién en la década de 1980 se hicieron más fuertes los reclamos de democracia desde partidos opositores como el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), la izquierda y los sindicatos.
Sin apoyo internacional, en un continente donde la democracia volvía a la mayoría de los países, Stroessner, anciano, pensó en que lo sucediera su hijo Gustavo.
Esto generó malestar en la ANR y en la cúpula militar.
Con este telón de fondo, Andrés Rodríguez lideró el levantamiento que comenzó la noche del 2 de febrero de 1989 y terminó con la rendición total en la madrugada del 3.
Luego de algunos enfrentamientos en el Palacio de López y otros puntos de Asunción, que dejaron varias bajas, Stroessner se entregó.
El apoyo de la Armada y parte del Ejército habían permitido la rápida rendición de la Fuerza Aérea.
Por la mañana, Stroessner firmaba un documento con su "renuncia indeclinable" de presidente de la República y de Comandante en Jefe de sus Fuerzas Armadas.
Desde las primeras horas de la mañana, miles de paraguayos volcaron a la tradicional calle Palma asunceña para festejar la salida del "hombre fuerte".
En la tarde, Rodríguez juraba como presidente provisorio -hasta 1993- y anunciaba la convocatoria a elecciones presidenciales.
Una vez que Brasil le concedió el asilo político, el 5 de febrero Stroessner viajó a Guaratuba donde residiría hasta su muerte en 2006 a la edad de 93 años.
En tierras brasileñas falleció sin ser juzgado por los crímenes de su régimen.
LA HERENCIA
Según la Comisión de la Verdad y Justicia, el gobierno stronista hizo desaparecer a 425 opositores mientras unos 20.000 desfilaron por sus cárceles, muchos de los cuales fueron torturados.
Además, unos 20.000 paraguayos terminaron exiliados.
Sin embargo, sólo se han recuperado 27 cuerpos de desaparecidos y ninguno fue identificado por falta de recursos.
Sindicatos y organizaciones de familiares y víctimas del gobierno militar exigen hoy "juicio" y "castigo" a los responsables que evitaron pasar por los tribunales salvo un puñado de policías procesados.
Para el miembro de la Comisión de Verdad y Justicia, Carlos Portillo, los funcionarios del gobierno militar "se sentían dueños incluso de la vida y de la muerte" en un mensaje claro a la ciudadanía.
Portillo dijo al diario asunceño ABC Color que todavía persisten en la sociedad secuelas del régimen que utilizó "el miedo, la represión las amenazas de cometer alguna violación a los derechos humanos para ejercer el poder y el control social".
Desde su punto de vista, existe una "madurez" en la "mentalidad paraguaya" y un crecimiento en la defensa de los derechos humanos, aunque persisten "actores de la dictadura que viven mimetizados, declarándose demócratas".
Una encuesta de la consultora Ati Snead, que hoy publicó el diario "La Nación", destacó que para los paraguayos tras 25 años de democracia la sociedad ganó en libertad de expresión (69 por ciento) y conciencia social (12 por ciento).
El Congreso paraguayo fue testigo hoy de un acto en Conmemoración de este aniversario en el que el presidente Horacio Cartes ratificó su "compromiso personal y del Ejecutivo con la democracia".
"Seremos realmente libres cuando nos sacudamos de las cadenas del subdesarrollo y la desigualdad", aseveró Cartes. Fi
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