El gobierno envió hoy una delegación oficial al noreste de Haití para apaciguar las manifestaciones que por quinto día consecutivo se produjeron en esa región del país, en reclamo de mejores servicios públicos.

El ministro del Interior, David Bazile, y el ministro de Defensa, Rodolphe Joazile, se reunieron con representantes de la localidad de Ouanaminthe, 317 kilómetros al noreste de Puerto Príncipe, donde las protestas que se iniciaron el pasado sábado.

La reunión se produjo en la comisaría de la ciudad, a la que también asistieron delegados de la cercana localidad de Fort Liberté, que se unió a las manifestaciones para exigir el restablecimiento del servicio de electricidad, suspendida el pasado 2 de enero.

Mientras se llevaba a cabo la reunión, una multitud se congregó en las afueras de la estación policial, pero fue rápidamente dispersada por agentes que utilizaron gases lacrimógenos, mientras otros pueblos cercanos se unieron a las protestas, informaron medios locales.

Ronny Pierre, alcalde de Ounaminthe, denunció que desde que se iniciaron las manifestaciones, al menos dieciocho personas resultaron heridas, ocho de ellas de bala.

En Puerto Príncipe, el director general de la Empresa Eléctrica de Haití (EDH en francés), Jean Errol Morose, informó al primer ministro Laurent Lamothe que la compañía no está en capacidad de resolver el problema, pero prometió viajar a la zona para "tomar el pulso de la situación".

Morose agregó que en la cercana zona industrial de Caracol, el Estado suscribió un acuerdo con una empresa estadounidense para producir la energía del lugar, pero instalado el sistema no ha había una sobreproducción y la compañía quiere vender el poco excedente cuando las autoridades ya habían planteado una serie de condiciones.

El funcionario dijo que la EDH subvenciona 20 millones de galones de gas por mes para suministrar no más que seis horas diarias de energía en el noreste del país, cuyos pobladores tendrán esperar un cargamento por esa misma cantidad que se encuentra estancado en Cabo Haitiano, 74 kilómetros al oeste de Ounaminthe, debido a las protestas.

Cerca del 70% de la población en Haití no tiene acceso a la energía eléctrica y la capacidad de producción disponible aumentó en el último año a poco más de un tercio de la demanda estimada en 500 megavatios.

Según expertos, la EDH enfrenta problemas por las conexiones ilegales, presenta cuantiosas pérdidas en la red y no recibe toda la energía que adquiere, además de que el país también tiene la obligación de pagar desde mayo del año pasado la generación de tres centrales eléctricas venezolanas.