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spanish.china.org.cn | 02. 01. 2014 | Editor: Rui Dong | [A A A] |
(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- Vladímir Putin, el presidente ruso, prometió en su discurso de Año Nuevo la completa eliminación de los terroristas. El mandatario hizo un viaje espontáneo a Jabárovksk, centro del Distrito Federal del Extremo Oriente, para pasar la Nochevieja allí, una zona que en 2013 sufrió de unas inundaciones sin precedentes que dejaron sin hogar a miles de personas.
El presidente se desplazó entonces hasta Volgogrado, la ciudad que sufrió dos sangrientos atentados en menos de 24 horas, perpetrados por terroristas suicidas el domingo y el lunes, quienes hicieron explotar bombas en la estación ferroviaria de la ciudad y en un trolebús, acabando con 30 vidas y dejando un centenar de heridos, más de 60 de los cuales aún se encuentran hospitalizados.
“Inclinamos la cabeza ante las víctimas de los crueles atentados terroristas. Decidida, despiadada y consecuentemente continuaremos la lucha contra los terroristas hasta su completa aniquilición”, zanjó Putin en su mensaje, que fue transmitido directamente desde el salón de Jabárovsk donde festejaba el año nuevo con los damnificados de las inundaciones.
Este fue el mensaje que se divulgó después en otras regiones del país y que difería del grabado antes de los atentados y que ha alcanzado a transmitirse en las ciudades más orientales de Rusia.
El mandatario ruso se refirió a los “problemas, desafíos y duras pruebas”que enfrentaron durante el año pasado y en concreto a “los inhumanos atentados terroristas de Volgogrado”, asegurando que en situaciones como ésta “Rusia siempre ha cerrado filas y se ha mostrado unida”.
Putin prometió ayudar a todas las víctimas de los ataques y restaurar y reconstruir lo que ha sido destruido. Además se refirió a los progresos de Rusia, que, en sus palabras “ha mejorado, es ahora más rica y cómoda [para vivir] y defiende con tesón sus intereses en la arena internacional”. Al hablar de las tareas más importantes de este año, hizo votos por celebrar “al más alto nivel” los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Sochi a partir del 7 de febrero próximo.
Los atentados de la semana pasada han provocado una preocupación por la seguridad que habrá en esas competencias, pues algunos consideran que el objetivo de los fundamentalistas se centra precisamente en atemorizar a los turistas para que no viajen a los juegos. Doku Umárov, el líder de los muyahidines separatistas caucásicos, hizo a principios de julio de 2013 un llamamiento donde instaba a los partidarios del autoproclamado Emirato del Cáucaso, para emplear todos los métodos posibles para conseguir el fracaso de las competencias en Sochi.
En este balneario del sur del país se celebrará también, a principios de junio, la cumbre del G8, cuya presidencia ha pasado a partir de hoy a manos de Rusia.
Tras celebrar la llegada del nuevo año en Jabárovsk, Putin voló a Volgogrado, donde ayer comenzaban a enterrar a las víctimas fatales de los atentados suicidas. Una de las primeras ceremonias fúnebres fue la del policía Serguéi Nalibaiko, condecorado póstumamente por haber evitado que el terrorista suicida accediera el domingo al salón principal de espera de la estación y causara un mayor número de muertos.
A pesar de que la policía ha evitado acusar directamente por ambos atentados a los musulmanes extremistas, fuentes cercanas a las investigaciones filtraron a la prensa que el terrorista de la estación ferroviaria es supuestamente Pável Pechonkin, un ruso converso al islam que pertenecía a la llamada 'jamaat' daguestana de Buinaksk.
Putin presidió una reunión en Volgogrado, en la cual participaron los máximos responsables provinciales de las fuerzas del orden, además, del jefe del Servicio Federal de Seguridad, Alexandr Bórtnikov; los ministros del Interior Vladímir Kolokótsev y de Salud Veronika Skvortsova y el gobernador de la región, Serguéi Bozhénov.