El último día del año, los peruanos realizan un ritual de florecimiento o baño con flores y hierbas con la finalidad de que el próximo año traiga fortuna, felicidad y éxito a las familias.
Entre los diversos baños de florecimientos que ofrecen los chamanes y sacerdotes andinos a sus ocasionales clientes se destacan los de flores aromáticas, hierbas como la ruda, atados de espinaca, ruda, romero, laurel y esencias de rosas.
Para la curandera, Hermelinda Huamán, estos rituales son poderosos y contribuyen a atraer energías positivas de todas las divinidades cercanas a las ciudades, como los apus, urjus y wamanis (cerros), quienes tienen formas pétreas y "conviven" en una relación armónica con el resto de seres vivos.
Huamán, de 65 años, es una pitonisa que se gana la vida en las calles realizando rituales de baños de la fortuna para mejorar la suerte de los enamorados, triunfar en los obstáculos, derrotar a las enfermedades, cualquier problema humano es sujeto de mejoras con la mediación de las divinidades andinas y el Dios cristiano, que conviven en el mundo Andino.
"Las personas que se someten a estos rituales, deben ser humildes y reconocer la autoridad de los Apus, como los dioses tutelares de nuestros pueblos andinos, estos personajes míticos representados por los cerros y los picos más altos", expresó.
Como parte de los preparativos para realizar estos "baños sagrados" el cliente tiene que cumplir ciertos mandados de parte del sacerdote andino y comprar todos los insumos necesarios para llevar a cabo el baño de florecimiento.
Entre las compras que los clientes de los chamanes y sacerdotes andinos deben hacer se encuentra una sustancia aromática conocida como Llamaplata, que supuestamente cuando se vierte sobre el cuerpo de las personas le permitirá atraer fortuna, dinero y prosperidad en el trabajo.
Para completar este ritual no se puede obviar la compra de velas de varios colores, entre los que es imprescindible el color amarillo, para atraer la suerte, el color rojo para obtener amor, verde para el dinero y blanco para obtener salud.
Según refirió a Xinhua el sacerdote, Lucio Quispe, procedente de la localidad surandina de Quispicanchis, en la región Cusco, a 1.151 kilómetros al sureste de Lima, entre los rituales de la buena suerte debe ser infaltable las hojas de coca, como parte de los rituales milenarios que se desarrollan en los Andes.
"Las hojas de coca, son una herencia de nuestros padres y forma parte de la cultura de nuestros pueblos, y en esta fecha de Año Nuevo 2014, reeditamos nuestro compromiso con nuestro pueblo y su cultura ancestral", subrayó durante un ritual en la capital peruana.
Estos rituales, están bastante arraigados en este país, hasta el punto que pese a la fuerte presencia de la Iglesia Católica con más de medio milenio de estadía, las creencias y rituales andinos prevalecen y se han mezclado con las ceremonias hispánicas.
"Entre los clientes más asiduos tenemos a mujeres con problemas sentimentales y hombres con mala suerte en el amor, todos quienes quieren iniciar este año nuevo con mejor suerte que el año pasado, con un baño de florecimiento o una limpia con Quirquincho (armadillo) o con cuy (roedor andino)", expresó.
Precisó que después del baño de flores, otra de las modalidades de hacerse una limpia espiritual es pasar por su cuerpo semidesnudo uno de estos animales, que los purificarán y atraerán energías positivas.
Quispe, quien tiene más de 20 años realizando todos los años estos rituales para sus ocasionales clientes, subrayó que todos los años en esta fecha los peruanos buscan más estos rituales porque quieren iniciar el año nuevo con mucho optimismo.
Como parte de un pasado milenario que se pierde en la historia de la humanidad, Perú y sus habitantes reflejan con estas ceremonias el rostro de un país multicultural con una riqueza cultural invalorable.
En los últimos años, los baños de florecimiento y las limpias, vienen siendo combinados con rituales de cábala occidentales como la costumbre de usar ropas interiores de color amarillo en las celebraciones de año nuevo para atraer buena suerte.
De modo que los mercados peruanos y tiendas de ropas de la ciudad de Lima y otras urbes menores se pintan de color amarillo porque expenden ropas de este color.
También como es tradicional en las grandes ciudades occidentales, algunas personas realizarán el conocido rito de comer 12 uvas pidiendo un deseo para cada una de las uvas y supuestamente estos deseos se cumplirán en los siguientes 12 meses.
Las personas que quieren viajar, cogerán sus maletas a la media noche, minutos antes de que inicie el 2014, y darán una vuelta a la cuadra donde viven para hacer realidad sus deseos de viaje.
En medio de los preparativos para la realización de estos rituales y ceremonias chamanísticas o religiosas andinas, las autoridades peruanas han dado una alerta a los ciudadanos sobre la presencia de chamanes impostores o el uso de sustancias tóxicas en estos rituales que podrían poner en peligro la salud y vida de los usuarios.
Para el Centro Nacional de Salud Intercultural (Censi) del Instituto Nacional de Salud (INS), muchas personas inescrupulosas se aprovechan de las fiestas de año nuevo para estafar a los incautos para sacarles dinero con supuestos rituales y brebajes milagrosos falsos. Fi