La Cámara de Senadores de Bolivia aprobó hoy la creación de una Comisión de la Verdad con la finalidad de determinar a responsables de las violaciones de derechos humanos y la ubicación de los restos de las personas declaradas desaparecidas del 4 de noviembre de 1964 al 10 de octubre de 1982.

De acuerdo con la medida legal, la comisión trabajará 36 meses a partir de la aprobación de su reglamento interno, y el plazo podrá ser ampliado mediante resolución del Ministerio de Justicia por 18 meses.

La comisión estará conformada por un representante de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional, dos de organizaciones de derechos humanos y uno del Ministerio de Justicia, uno del Ministerio de Defensa, uno del Ministerio de Gobierno y otro del Ministerio de Relaciones Exteriores.

La presidenta del Senado boliviano, Gabriela Montaño, dijo que la norma pretende dar justicia a "una herida abierta desde hace 50 años, porque no hubo voluntad política para cerrarla".

Según Montaño, no existen antecedentes de que algún gobierno, en todo este periodo democrático, haya planteado la creación de la Comisión de la Verdad para determinar las violaciones a los derechos humanos.

"A los gobiernos anteriores no les interesaba investigar las violaciones a los derechos humanos ni dar con los responsables, porque probablemente algunos de sus miembros eran parte de los procesos de dictadura", manifestó la senadora del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).

La Comisión de la Verdad tendrá la facultad de solicitar información a entidades públicas o privadas con fines de investigación.

También podrá recibir denuncias y pruebas, y presentarlas en su caso al Ministerio Público; coordinar acciones con entidades públicas y privadas para la ubicación del paradero de restos de las víctimas de desaparición forzada; y coordinar y apoyar acciones con entidades públicas y privadas.

La presidenta del Senado explicó que el gobierno y la bancada del partido oficialista MAS no van a ocultar o manipular información con la finalidad de esconder a algún asesino, torturador o victimario de bolivianas y bolivianos. Fi