La difícil selección de un candidato y las disputas dentro de la Alianza por Chile, así como la falta de financiamiento y la "soledad" de la candidata perdedora Evelyn Matthei, son algunos de los elementos que se mencionan hoy y que llevaron a la peor derrota política de la derecha desde 1990.
En la segunda vuelta electoral del domingo para elegir Presidente, la ex presidenta Michelle Bachelet obtuvo el 62 por ciento de los votos, mientras que la candidata conservadora sólo llegó al 37 por ciento.
Primero fue la salida del primer candidato derechista, el ex ministro Laurence Golborne. Luego, el retiro por enfermedad del ex ministro Pablo Longueira, que había ganado una elección interna frente al ex ministro, Andrés Allamand. A él le correspondía ser el candidato presidencial, pero fue impuesta Evelyn Matthei, lo que dividió a la Alianza.
El general Fernando Matthei declaró que su hija estuvo totalmente "sola" durante la campaña. Denunció que ninguno de los propios candidatos a senadores y diputados la apoyó porque "tenía un rating tan bajo, que creían que iban a perjudicar sus propias campañas, y tampoco tuvo plata (dinero)".
La noche del domingo, más que resignación, en la Alianza lo que hubo fue frustración por no haber podido llegar al 40 por ciento de los votos, que es la cifra que se había autoimpuesto como meta; y menos al 43 por ciento que dio la última encuesta a la popularidad del presidente Sebastián Piñera.
"Todo el país sabe que yo no busqué esta candidatura, pero que jamás por comodidad o temor me habría restado al desafío, menos aún en estos tiempos tan difíciles y llenos de incertidumbre", dijo.
La noche del domingo al aceptar su derrota ante Bachelet, Evelyn Matthei expresó que el resultado de las elecciones era de su exclusiva responsabilidad política.
Fuentes de la Alianza señalaron este lunes que a todo ello se sumó un problema más delicado: la falta de fondos.
Los fondos fueron cercanos a los 600 millones de pesos chilenos (1,2 millones de dólares), muy por debajo de los 1,5 millones (3 millones de dólares) proyectados para la segunda vuelta electoral disputada.
El tema del financiamiento también resulta delicado, debido a que la propia Matthei reconoció el 19 de noviembre ante la prensa, "que el dinero y las adhesiones" se habían "detenido" después de la encuesta del Centro de Estudios Públicos de agosto, donde ella apareció con 12 por ciento de popularidad y Bachelet con 44 por cientio.
Además, los problemas de la Alianza con el gobierno y el propio comando de Matthei marcaron la derrota de la ex ministra en una votación donde hubo una abstención importante (de alrededor del 59 por ciento), lo que no quitó contundencia al triunfo de Bachelet.
El presidente de la ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI), Patricio Melero, señaló hoy que son muchos los factores a analizar sobre la derrota en los comicios, antes de esbozar planes de recuperación de la centroderecha.
"Hay que tener capacidad de un análisis decantado, son muchos factores. Hay que analizar los cambios de la sociedad chilena. Las visiones sesgadas llevan a un diagnóstico errado, entonces errar el diagnóstico es errar los caminos. Lo primero es compartir el diagnóstico de lo que ha ocurrido en Chile", sostuvo.
Por su parte, el senador Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional (el otro partido de la coalición), comentó que su partido colaboró en lo que pudo, demostrado un avance en la elección de parlamentarios, "por lo que no corresponde exigir la renuncia de las jefaturas ante este escenario".
"No sé con qué título nos van a pedir renuncia extemporánea por la derrota, a mí me gusta que los presidentes de los partidos cumplan su período, tenemos elección en mayo", indicó.
En tanto, el senador de la UDI, Juan Antonio Coloma, indicó que el desafío de la centroderecha es rearmarse y plantear una alternativa de gobierno para el período siguiente. De esta manera, generar en los próximos cuatro años una renovación inclusiva de este sector.
El sociólogo Alberto Mayol expresó, por su parte, que la derrota golpeó principalmente al ala conservadora de la Alianza, pero ahora se abre una oportunidad de cambio para el sector liberal.
"La derecha siempre ha tenido un sector liberal que no ha tenido capacidad operativa real y ese sector liberal es la única salida ahora para la derecha. Ello porque todo el sector conservador fundamentalista no tiene asidero, no tiene espacio en esta sociedad, y los liberales son los únicos que tienen lazos con el país", expuso.
En esta línea, el profesor Miguel Angel López del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, señaló que el sector liberal tomará protagonismo si logra establecer una política de acuerdos con la Nueva Mayoría, que lidera Michelle Bachelet.
El investigador señaló que "si no ocurre un renacer de las cenizas, se mantendrá la idea de una parte de los liberales de llegar a acuerdos con la Nueva Mayoría. Un ejemplo claro serán las reformas al sistema electoral".
Seguramente vendrán más análisis sobre la gran derrota de la derecha chilena, mientras la ex mandataria Bachelet afina los detalles para escoger a sus ministros y enfrentar los nuevos retos de Chile a partir del 11 de marzo de 2014. Fi