ESPECIAL: Evelyn Matthei, candidata conservadora a la presidencia de Chile

La candidata de la gobernante Alianza por Chile, Evelyn Matthei, enfrentará el próximo domingo a la ex mandataria Michelle Bachelet en la segunda vuelta electoral de los comicios presidenciales, donde se decidirá si continúa el gobierno derechista o vuelve al poder la centroizquierda.

La candidata de la gobernante Alianza por Chile, Evelyn Matthei, enfrentará el próximo domingo a la ex mandataria Michelle Bachelet en la segunda vuelta electoral de los comicios presidenciales, donde se decidirá si continúa el gobierno derechista o vuelve al poder la centroizquierda.

En la primera vuelta del 17 de noviembre pasado, Bachelet obtuvo el 46,6 por ciento de los votos, mientras Matthei sólo alcanzó el 25,1 por ciento, en una contienda donde competían otro siete candidatos por llegar al sillón del Palacio de La Moneda.

De tendencia conservadora, Matthei es una economista que en los últimos 23 años ha sido diputada, senadora y ministra de Trabajo, cargo este último desempeñado en el actual gobierno del presidente Sebastián Piñera, al que ahora aspira a suceder.

Al igual que Bachelet, Matthei es hija de un general de la Fuerza Aérea, que fue miembro de la Junta Militar que derrocó al presidente Salvador Allende. Sin embargo, ambas se diferencian en que la primera sufrió, junto a su madre, la represión de los golpistas y debió exilarse en Alemania, y la segunda apoyó al régimen militar.

Primero militó en el Partido Renovación Nacional, pero tras una disputa política con el entonces senador Piñera, se integró a la Unión Demócrata Independiente (UDI), formación derechista a la que se adhirió en 1999.

En su vida política, la candidata ha protagonizado escándalos e incidentes verbales con políticos de otras tendencias e, incluso, de su propio sector, polémicas donde ha manifestado su fuerte carácter temperamental y su áspero y duro lenguaje.

Ese conservadurismo ideológico lo ha expresado durante décadas con la defensa de la inmunidad del jefe del régimen militar, Augusto Pinochet, y la justificación del golpe de Estado de 1973, aunque ahora reconoce las violaciones a los derechos a las personas por los militares.

Desde su frustrada apuesta por llegar a la presidencia en 1992, Matthei no había vuelto a intentar una postulación para ese cargo. Sin embargo, este año una sucesión de hechos en su coalición política la convirtió en la abanderada del oficialismo para competir con la favorita y popular Bachelet.

Primero, el precandidato más potente que tenía la Alianza en la elección interna del pasado 30 de junio, el ex ministro Laurence Golborne, vinculado a la Unión Demócrata Independiente (UDI), al que pertenece Matthei, fue retirado de la contienda por no haber informado sus inversiones en paraísos fiscales.

De inmediato, la UDI proclamó como precandidato alternativo al ex ministro de Economía, Pablo Longueira, quien finalmente resultó ganador en esas elecciones, pero semanas después debió retirarse por sufrir una fuerte depresión.

Se suponía que el ex ministro de Defensa, Andrés Allamand, quien pertenece al también derechista partido Renovación Nacional y alcanzó el segundo lugar en esos comicios internos, debía asumir la candidatura, pero la UDI decidió proclamar a Evelyn Matthei, lo que desató una nueva pugna entre ambos partidos.

La nominación de Matthei resultaba paradójica porque poco antes había expresado su decepción por la mínima sintonía que tenía con la dirigencia de la UDI: "Yo de verdad creo que no represento a la UDI y creo que la UDI no me quiere, y además estoy bastante distanciada de ellos como partido".

También manifestó su intención de abandonar la política cuando concluyera el gobierno de Piñera, en marzo de 2014, para volcarse en tareas de formación de jóvenes con escasos recursos económicos.

El 24 de julio dejó su cargo de ministra del Trabajo y se puso en campaña electoral y el 30 de septiembre presentó su Programa de Gobierno, titulado "Un Siete para Chile", en alusión a la más calificación de siete, la cual se puede alcanzar en los centros de estudios del país.

En el fondo, lo que pretende es dar continuidad al gobierno de Piñera "para alcanzar la meta del pleno desarrollo social y económico" (desde 2010, ha crecido a un ritmo anual de entre el 5 por ciento y el 6 por ciento, aunque este 2013 se prevé que sea en torno al 4,5 por ciento)

Según Matthei, su Programa "pondría urgencia a dignificar lo público", así como los medios para que "las familias chilenas puedan de una vez por todas vivir seguras, sin miedo a la delincuencia".

Por otro lado, la candidata advertía en referencia al programa de Bachelet, el cual presentaba reformas rupturistas, como la propuesta de una nueva Constitución.

"Mientras algunos proponen reinventar el país adoptando medidas radicales que han probado su fracaso en el mundo, nuestro programa busca mantener el crecimiento y la estabilidad y que la prosperidad llegue a todos los rincones del país, tal como lo han realizados países como Alemania o las naciones escandinavas", dijo.

Entre otras propuestas, están la de subir el salario mínimo del país a 300.000 pesos (unos 600 dólares), cuando hoy es de 420 dólares, así como la creación de 600.000 nuevos empleos, de ellos 400.000 para mujeres y una capacitación laboral, "inspirada en el modelo alemán", para mejorar la eficiencia de los trabajadores.

Matthei rechaza la gratuidad en la educación y también una reforma tributaria, como lo plantea Bachelet.

Otros temas de su programa son el combate a la creciente delincuencia, la ampliación del número de policías y la denegación del derecho a la libertad provisional a narcotraficantes y delincuentes reincidentes; la limitación de los mandatos consecutivos para diputados, senadores y alcaldes; y desarrollar la regionalización del país.

La brevedad de su campaña electoral, dada su tardía proclamación como candidata, y el indiscutible liderazgo en los sondeos de Bachelet, una política con gran popularidad, bien conocida en el exterior y capaz de recabar adhesiones de otras fuerzas políticas, hacen muy difícil que Matthei pueda llegar a la presidencia.

No obstante, hay que esperar los resultados de las elecciones del próximo domingo, donde se juega el continuismo de la derecha en el gobierno o el retorno de la ex mandataria, que propone cambios profundos como las reformas al sistema de educación, una reforma tributaria y una nueva constitución para el país.

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Palabras clave : Chile, Perfil

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