Al igual que en otros países de América Latina, Bolivia inició hoy el primero de dos días de celebraciones para honrar a sus muertos con ofrendas, bailes y cantos, una conmemoración ancestral que convive con la diversión predominantemente infantil del estadunidense "Halloween".

"Nosotros en los pueblos ancestrales, en el mundo andino, esperamos a que retorne este día (de los Santos) para reconciliarnos, para compartir, para bailar, para armonizar, para rezar, por eso nosotros preparamos una mesa, un altar", dijo el director de Protocolo y Ceremonial del Estado, Fernando Huanacuni sobre la fecha.

Explicó que la festividad significa "unión y reconciliación familiar con nuestros ancestros y seres queridos", que retornan del más allá este mediodía y se van 24 horas después.

Este viernes proliferan en las casas y oficinas públicas del país las ofrendas en honor de los difuntos, que incluyen una variedad de alimentos como panes, galletas, empanadas, platos de comida, flores, jugos y otros consumibles, en especial aquellos predilectos de los difuntos.

Las ofrendas se extienden aún a las dependencias públicas desde el Palacio Quemado -sede del Ejecutivo del país- la Asamblea Legislativa, Cancillería, la Gobernación de La Paz y otras entidades públicas para recordar a los muertos.

El sociólogo Mirko Gutiérrez explicó a Xinhua que la fiesta de Todos Santos se resume en la visita de las almas a los hogares y para ello se desarrollan una serie de ceremoniales acompañados de comida, bebidas, flores, masitas y otros arreglos.

Gutiérrez descarta la extinción de esta tradición ante el Halloween estadunidense, que en los últimos años pasó a formar parte de las festividades por el día de los difuntos.

"Es mezquino pensar que el Halloween suplirá a la fiesta de las almas porque ambas fiestas son distintas y tranquilamente conviven en una sociedad como Bolivia", explicó.

La fiesta del Halloween inicia la última noche de octubre cuando centenares de niños y jóvenes de diversas regiones del país visten disfraces que representan espantajos para iniciar un recorrido de casa en casa para pedir dulces.

A su vez, el tradicionalista Leandro Mena, descartó que aceptar una tradición extranjera implique "sometimiento" cultural sino que constituye una forma más de la globalización cultural".

Sgún Mena "No podemos cerrarnos a otras culturas, nosotros tenemos nuestro Todos Santos con sus propias características, pero eso no quiere decir que los niños principalmente se diviertan con estas festividades del Halloween".

El especialista cree que si la también llamada "Noche de Brujas" encontró espacio en Bolivia se debe en parte a que rinde frutos económicos.

Pero el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, rechazó la celebración del "Halloween" en el país, una fiesta -dijo- sin ningún valor cultural y cuyo aporte comercial daña las tradiciones locales.

Informes de televisoras locales destacaron los festejos en diferentes ciudades bolivianas que aluden a "la noche de terror", en particular en centros comerciales.

"En esta jornada cultural es todo cuestión de fe y creencias, el punto es que cada año esta festividad llega y la gente lo revive y celebra, es la cultura que está arraigada en el país", insistió a su vez el sociólogo Mena.

Durante la festividad, cada familia prepara un altar con una diversidad de alimentos, flores y panés con figuras humanas, escaleras, coronas, bizcochuelos, caballos, frutas y dulces.

Las familias reciben el primer día de la fiesta en los hogares a las almas y el segundo las despiden con la visita a cementerios donde oran, bailan y cantan.

El gobierno de Bolivia concede el día dos de noviembre un asueto oficial. Fi

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