La situación en el sur de Haití, donde la policía trata de eliminar a varias bandas armadas que buscan el control de la zona, se ha deteriorado en las últimas semanas según denunció hoy una organización no gubernamental.

La ONG Visión Haitiana de Derechos Humanos (VHDH) señaló en un comunicado que al menos dos integrantes de las bandas han muerto y otros dos han resultado heridos en los enfrentamientos con las fuerzas del orden en la localidad de Petit-Goave, 68 kilómetros al suroeste de Puerto Príncipe.

El secretario general de VHDH, Romulus Jules, dijo que las muertes se produjeron el viernes de la semana pasada tras la intervención de las autoridades que trataban de desarmar un retén levantado en un camino para cometer asaltos.

Jules denunció la acción de las bandas armadas en perjuicio de la población, al igual que algunas "acciones abusivas" de la policía nacional, que reforzó a su personal luego de conocerse la situación.

Los grupos rebeldes atacan y roban a los conductores de la Carretera Nacional No. 2, que conduce a tres importantes departamentos del suroeste del país, y han amenazado con desestabilizar al actual gobierno del presidente Michel Martelly.

A mediados de septiembre, la policía llevó a cabo una operación para desarticular a las bandas armadas que permitió la captura de "quince bandidos y la incautación de varias armas de fuego" según las autoridades.

El diputado por Petit-Goave, Jacques Stevenson Thimoléon, pidió ese mes a los líderes de las bandas que se entreguen a las autoridades, y negó cualquier vínculo con esas personas ante acusaciones en ese sentido.

Pero Pepage Pierre, alias Ti Sam, líder de uno de los grupos armados, dijo a la prensa local que sus hombres "fueron abandonados por Thimoléon luego de haber votado por él en las elecciones".

Pierre agregó que el legislador los invitó a desarmarse pero envió luego a la policía "a que nos maten", por lo que anunció que las bandas se defenderán de las represalias "en la forma debida".

Excluyendo a los cascos azules de las Naciones Unidas, la seguridad en el país está únicamente a cargo de la Policía Nacional, que cuenta con unos 10.000 efectivos para una población de unos diez millones de habitantes.

Haití enfrenta desde el año pasado una espiral de violencia provocada sobre todo por el secuestro, la delincuencia común, el narcotráfico y el crimen organizado.

La situación fue denunciada en agosto del 2012 por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, cuando en un informe aseguró que luego de algunos meses de estabilidad la inseguridad ha aumentado de nuevo, sobre todo en el área metropolitana de Puerto Príncipe.