El escándalo provocado por la decisión de la agencia espacial de Estados Unidos, la NASA, de prohibir a investigadores chinos asistir a la próxima conferencia sobre la investigación de los exoplanetas debe ser un llamado de atención para algunos legisladores estadounidenses, dijo hoy un experto de Estados Unidos.
La prohibición, basada en una ley polémica redactada en 2011 por el presidente del subcomité de gastos de la cámara que financia a la NASA, Frank Wolf, generó un boicot de varios destacados científicos estadounidenses, incluyendo la profesora Debra Fischer de la Universidad de Yale y el profesor Geoff Marcy de la Universidad de California, Berkeley.
La semana pasada, el administrador de la NASA, Charles Bolden, prometió reconsiderar las solicitudes de seis investigadores chinos para asistir a la Segunda Conferencia Científica Kepler sobre exoplanetas que será realizada del 4 al 8 de noviembre en el Centro de Investigación Ames de California, pero los organizadores de la reunión dijeron que hay pocas posibilidades de que los científicos chinos obtengan las autorizaciones de seguridad a tiempo por causa de la actual paralización del gobierno.
"El congresista Wolf podría finalmente estar dándose cuenta de las consecuencias negativas e indeseables de sus acciones", dijo en una entrevista con Xinhua un importante analista del Programa de Seguridad Mundial de la Unión de Científicos Preocupados con sede en Estados Unidos, Gregory Kulacki.
"Pero mientras no sea eliminada la legislación en la que insistió en inyectar en las disputas sobre el presupuesto federal, este tipo de incidentes seguirán siendo una característica constante de las relaciones espaciales entre Estados Unidos y China", dijo Kulacki.
Funcionarios de la NASA han dicho que la restricción está basada en una ley aprobada en 2011 y firmada por el presidente Barack Obama que prohíbe que los fondos gubernamentales sean utilizados para recibir a ciudadanos chinos en las instalaciones de la NASA.
Kulacki dijo que el lenguaje de la ley que prohíbe a la NASA establecer contacto con los investigadores chinos es "demasiado amplio y los castigos legales y financieros asociados a posibles violaciones son muy amenazadores, po lo que incluso las organizaciones de Estados Unidos no directamente administradas por la NASA tienen temor de contactar a sus colegas de China".
El mismo Wolf ha buscado corregir un artículo al respecto, así como la postura de la NASA, según una carta enviada el martes por la oficina de Wolf a Bolden. (Continúa)