Impulsados por un llamado gubernamental, los campesinos cubanos buscan hoy incrementar el área de siembra de arroz hasta 250.000 hectáreas para aumentar la producción de ese grano y evitar millonarias erogaciones en el mercado internacional.
"Esto significa que todos estos años tendremos que crecer en áreas, tarea que también conlleva un proceso inversionista", declaró al semanario económico "Opciones" el director del Grupo Agroindustrial de Granos del Ministerio de la Agricultura, Lázaro Díaz.
El objetivo es lograr para 2016 unas 538.000 toneladas de arroz, producción que puede igualar el récord nacional de 1986, que sin cubrir todavía la demanda nacional, acortará en buena medida las grandes importaciones del cereal que hace la isla.
Los cubanos consumen cada año unos 60 kilogramos de ese alimento, un componente básico de la dieta, tanto en almuerzos como en cenas.
En la actualidad el 85 por ciento de las labores arroceras en Cuba se gestionan y administran mediante cooperativas, aunque también 91.000 hectáreas son gestionadas por personas a las que recientemente se les entregó la tierra en usufructo.
También participan 12 empresas del Grupo Agroindustrial de Granos, del Ministerio de la Agricultura, dedicadas en su mayoría a la producción de semillas, más siete granjas militares, que en conjunto suman alrededor de 18.000 productores de arroz.
Las 538.000 toneladas previstas para dentro de tres años cubrirán el 60 por ciento de la demanda del país, que paga unos 500 dólares por cada tonelada comprada en el extranjero.
Cuba produjo en 2012 217.000 toneladas, lo cual contribuyó a reducir las importaciones, sin embargo aún no logra cubrir las necesidades y está lejos de las potencialidades productivas del país, pues apenas alcanza para el 30 por ciento del consumo nacional de 700.000 toneladas anuales, según el semanario "Trabajadores".
Para este año, tras cumplir los planes de siembra de la campaña de frío, considerado el periodo más productivo, planificaron unas 288.100 toneladas, meta que los especialistas consideran se puede cumplir a pesar de los atrasos en la cosecha debido a las lluvias registradas en meses recientes.
Tanto las variedades del cereal como las tecnologías que se emplean en losúltimos años en las arroceras de esta nación caribeña son similares a las de los países más desarrollados en ese cultivo.
Esos resultados y planes se conocieron apenas unas semanas después de que el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado, pidiera incrementar la sustitución de importaciones de alimentos, en particular los agrícolas, factibles de producirse en un país tropical como Cuba.
Durante una visita al valle de Caujerí, una fértil zona eminentemente agrícola en la provincia de Guantánamo, en el extremo este de la isla, Machado urgió a dar una respuesta productiva que amortice en el menor tiempo posible el ingente esfuerzo de la Revolución para sustituir importaciones y elevar el nivel de vida del campesinado.
El gobierno considera a la producción de alimentos como una tarea estratégica, pues la isla importa el 80 por ciento de la comida que consume, un importe millonario que constituye una pesada carga financiera para las menguadas arcas de un país empeñado en actualizar su modelo económico.
En diciembre último, durante la más reciente sesión parlamentaria, se supo que la isla tendrá que importar este año más de 1.900 millones de dólares, una factura récord.
De acuerdo con el incremento de los precios de los alimentos a escala global, se planifica un gasto de 1.938 millones de dólares en la adquisición de éstos, dijo el vicepresidente y ministro de Economía, Adel Yzquierdo, al intervenir ante los parlamentarios.
Yzquierdo señaló que esa cifra es notablemente superior a lo erogada en 2012, según un reporte de la Agencia de Información Nacional (AIN).
El ministro rindió su informe ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral), que desarrolló su sesión semestral, en el habanero Palacio de Convenciones para evaluar el comportamiento de la economía en el 2012 y el plan para 2013.
En las sesiones previas desarrolladas por las Comisión Permanentes del parlamento, el ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez, informó que en 2013 se gastarán 1.600 millones de dólares en la importación de alimentos, 42 por ciento de ellos destinados al consumo animal.
Se trata de un tema cardinal para el país, dijo Rodríguez, quien destacó que es urgente avanzar en la sustitución de importaciones de alimentos, para lo cual es necesario aumentar la producción agrícola.
Meses atrás, el ex ministro de Economía y actual director del habanero Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, Osvaldo Martínez, dijo ante un panel científico que el asunto no es sólo un problema económico, sino un problema de seguridad nacional, un criterio reiterado por el presidente de Cuba, Raúl Castro.
Esa idea ha sido expuesta varias veces por Raúl Castro, quien ha insistido en que la producción de alimentos es un asunto de seguridad nacional y ha reiterado su empeño en activar la producción agrícola de la isla.
Cerca del 80 por ciento de la canasta básica que compran los 11,2 millones de cubanos a precios subsidiados es de importación, pero las autoridades sostienen que la mayoría de esos artículos se pueden producir en al país para evitar las costosas importaciones.
El gobierno cubano da prioridad a la producción de alimentos y desde finales de 2008 ha entregado en usufructo las tierras ociosas y otorgado créditos, además de vender útiles de labor y mejorar los precios de los productos agrícolas. Fi