La cumbre que acaba de finalizar entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, es vista como el comienzo de una cooperación fructífera entre los dos países en los próximos años, dijo en Washington una legisladora china de alto rango.
Esta cumbre "histórica", celebrada en la finca de Annenberg en California los días 7 y 8 de junio, "es un momento importante para China y Estados Unidos", dijo Fu Ying, presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la 12ª Asamblea Popular Nacional de China, durante un discurso en el centro de estudios Brookings Institute, con sede en la capital estadounidense.
"Uno de los mensajes más importantes que se desprenden de esta cumbre es el compromiso de ambos de trabajar juntos para construir un nuevo modelo de relación para que los dos países se dirijan hacia la asociación, en lugar de hacia el conflicto, como algunos habían temido", dijo la funcionaria. "Esperamos que conduzca a muchos años de trabajo conjunto con excelentes resultados".
Fu dijo que, a pesar de que China y Estados Unidos tienen puntos de vista diferentes que influyen a sus perspectivas, es importante que ambas partes traten de entender la forma de pensar y de actuar de la otra parte, y encuentren una forma de trabajar juntas.
La que fuera viceministra de Asuntos Exteriores indicó que China todavía está muy atrasada con respecto al mundo desarrollado y debe hacer frente a retos y dificultades que serían muy difíciles de imaginar para el mundo exterior.
China está firmemente comprometida a continuar con las reformas y dará prioridad al sostenimiento de un crecimiento económico estable. Estados Unidos puede convertirse en un socio importante de China y beneficiarse de las muchas oportunidades ofrecidas por el progreso de China, anotó Fu.
"China no puede lograr su propósito sin un buen entorno internacional y sin trabajar estrechamente con el mundo exterior, especialmente trabajar de forma constructiva con Estados Unidos. El progreso de China contribuirá a la paz y la prosperidad del mundo", añadió.
Refiriéndose a las políticas estadounidenses de reequilibrio hacia la región de Asia-Pacífico, Fu dijo que China alienta a Washington a desempeñar un papel constructivo de modo que ambos países puedan "trabajar juntos para promover una tendencia positiva en la región, y no al revés".
"Hay muchas cosas que los dos países pueden y deben hacer en Asia, y este podría ser el punto en que una nueva relación entre China y Estados Unidos comienza a operar", dijo Fu.
Durante la cumbre en la finca de Annenberg, tanto Xi como Obama reafirmaron su compromiso de perseguir la construcción de un nuevo tipo de relación entre dos grandes potencias en la cual tenga lugar una cooperación de ganancia compartida basada en el respeto y el beneficio mutuo, con el fin de evitar el juego de suma cero que se suele dar en la historia entre una potencia residente y una potencia emergente.