El presidente chino, Xi Jinping, partió de California para regresar a China en la tarde del sábado tras su reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la cual acordaron construir un nuevo tipo de relación entre los dos países.
Xi y Obama mantuvieron dos rondas de conversaciones entre el viernes y el sábado en Sunnylands, una finca de 81 hectáreas propiedad de la familia Annenberg en Rancho Mirage, California. La cumbre de este fin de semana ha supuesto el primer encuentro cara a cara entre los dos mandatarios desde que ambos países completaran sus últimas transiciones de poder.
Durante su segunda reunión en la jornada del sábado, los dos presidentes se informaron sobre sus situaciones económicas respectivas e intercambiaron puntos de vista sobre las relaciones económicas entre China y Estados Unidos.
La cooperación económica es una piedra angular en las relaciones entre China y Estados Unidos, señaló Xi, y añadió que ambos países han forjado una relación económica que cuenta con una alta complementariedad y convergencia de intereses.
La cooperación entre China y Estados Unidos podría beneficiar no sólo a los dos países, sino al crecimiento mundial en general, dijo Xi.
Por su parte, Obama indicó que su país anima a las empresas chinas a que inviertan en su terreno y señaló que está dispuesto a tomar medidas para relajar los controles sobre exportaciones de alta tecnología a China.
El viernes, los dos líderes acordaron construir un nuevo tipo de relación entre China y Estados Unidos, la cual podría evitar el camino tradicional de confrontaciones y conflictos entre países principales.
Antes de llegar a Estados Unidos, Xi concluyó una gira por tres naciones de América Latina y el Caribe, la cual le llevó a Trinidad y Tobago, Costa Rica y México.