El presidente Xi Jinping inició este viernes una cumbre de dos días con su homólogo estadounidense, Barack Obama, entre saludos de bienvenida de los residentes en esta ciudad situada en un desierto convertido en oasis.
Xi, quien llegó a California el jueves a invitación del presidente de EEUU, tras sus visitas a Trinidad y Tobago, Costa Rica y México, celebró conversaciones y asistió a una cena de trabajo con Obama en Annenberg Retreat, en Sunnylands.
Los dos líderes se reunirán también el sábado.
La cumbre es la primera reunión entre los presidentes de China y Estados Unidos desde que los dos países completaran sus últimas transiciones de liderazgo.
La reunión se centra principalmente en forjar un nuevo tipo de relaciones entre importantes países para acabar con la maldición de suma cero entre una potencia establecida y una emergente.
Muchos vecinos locales dan la bienvenida a la visita del líder del país más poblado del mundo, ya que proporciona una oportunidad excepcional para que la comunidad local consiga atención mundial, lo que podría generar más negocio para la zona.
"China y Estados Unidos gozan de unas buenas relaciones. Me alegro de que Xi se encuentre de visita", dijo Mark Davis, dueño de un restaurante local.
Davis indicó a Xinhua que cree que la visita de Xi "sin duda beneficiará al área local", ya que ayudará a atraer la atención de todo el mundo hacia las ciudades situadas en este oasis en el desierto, que son muy diferentes del resto de EEUU.
Aunque los dos países tienen diferencias en varias áreas, lo que es común debido a que diferentes naciones suelen tener diferentes culturas, ambos estados pueden resolver sus diferencias a través de conversaciones e intercambios, dijo Davis, añadiendo que espera que más turistas chinos visiten el lugar.
El área, compuesta por un grupo de pequeñas ciudades incluyendo Palm Springs, Cathedral City, Palm Desert, Rancho Mirage, e Indian Wells, se ha convertido mágicamente de desierto en oasis, y en un lugar ideal para las vacaciones de invierno, tras 70 años de desarrollo.
Verdes campos de golf salpican el paisaje de un área conocida por ser la preferida por algunos famosos para vivir o construir sus residencias vacacionales, entre ellos ex presidentes, altos funcionarios gubernamentales, y estrellas del deporte y de Hollywood.
La finca Sunnylands, construida por el exmagnate del mundo editorial Walter Annenberg, es famosa por haber albergado a varios presidentes estadounidenses y a muchos reconocidos líderes extranjeros.
Angie Dominques, una residente en el área desde hace más de 12 años, supo de la visita de Xi a través de la radio y del diario Los Angeles Times.
"Creo que es muy positivo que el presidente chino venga de visita y que el presidente Obama vaya a reunirse con él", dijo a Xinhua Dominques, una agente inmobiliaria.
Gayle Kesselman, una psiquiatra procedente de Nueva Jersey, dijo que si tuviera la oportunidad de conocer al presidente Xi le daría una cálida bienvenida.
Kesselman dijo que, a pesar de los problemas en las relaciones sino-estadounidenses, es muy positivo que las dos partes se sienten a tratar las posibles maneras de solucionarlos.
"Hablar y resolver los problemas es cosa de dos", dijo a Xinhua.
Esta misma idea fue expresada por Obama, quien dijo, antes de la cumbre con Xi, que "la comunicación y el diálogo continuo, sincero y constructivo es de suma importancia para moldear nuestra relación en los años venideros".