El presidente de China, Xi Jinping, concluyó este jueves su gira por tres países de América Latina y el Caribe con un recorrido por Chichén Itzá, una zona arqueológica de la civilización maya en el estado mexicano de Yucatán.
El periplo de siete días, que llevó al presidente chino a Trinidad y Tobago, Costa Rica y México, abrió un nuevo horizonte para las relaciones entre China y la región.
MOMENTOS INOLVIDABLES
En un discurso pronunciado en el Senado mexicano, Xi se refirió a las grandes oportunidades para el desarrollo de las relaciones entre China y México, así como al vínculo cultural entre las dos naciones.
Mencionó el fútbol, el escritor mexicano Octavio Paz y la Pirámide del Sol. Los legisladores mexicanos presentes se pusieron de pie en varias ocasiones para ovacionarlo.
En Costa Rica, Xi, acompañado por su esposa Peng Liyuan, visitó una familia de agricultores, saboreó la comida local y narró a sus anfitriones que él también había sido campesino.
En Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, el mandatario chino se reunió con líderes de ocho países caribeños, un creativo arreglo diplomático equivalente a una minicumbre entre China y el Caribe.
Carlos Tavares, experto brasileño sobre China y comercio global, afirmó que las conversaciones de Xi con los líderes de países caribeños demuestran que la nueva dirección china está dispuesta a profundizar las relaciones con la región.
Los líderes de Trinidad y Tobago, Costa Rica y México celebraron solemnes ceremonias de bienvenida al presidente chino, cuya visita estuvo en la primera plana de periódicos de tirada nacional.
Cuando Xi llegó a Puerto España como el primer presidente chino en visitar Trinidad y Tobago, el presidente trinitense Anthony Carmona, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, así como miembros del gabinete, acudieron al aeropuerto para recibirlo.
En Costa Rica, Xi recibió la Llave de San José, el máximo honor conferido a extranjeros por la ciudad. También se le entregó a Xi la Llave de Ciudad de México durante su visita a este país.
RESULTADOS CONCRETOS
Durante su estancia en Trinidad y Tobago, China y el país caribeño de habla inglesa rubricaron una serie de acuerdos sobre cooperación económica e intercambios culturales.
Ambas partes acordaron fomentar el comercio y las inversiones. La primera ministra Persad-Bissessar dijo que la embajada de su país en China entrará en pleno funcionamiento cuando visite el país asiático este mismo año.
Xi también asistió a la ceremonia de inauguración de las obras de un hospital para niños en la ciudad central trinitense de Couva, cuya construcción cuenta con la asistencia de China.
En un almuerzo con los líderes de Antigua y Barbuda, Barbados, las Bahamas, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Surinam y Trinidad y Tobago, Xi se comprometió a aumentar el apoyo a esas naciones caribeñas para impulsar la cooperación entre China y la región.
China establecerá uno o dos centros tecnológicos en los próximos tres años para exhibir sus tecnologías agrícolas, enviará a 100 médicos a la región del Caribe, formará a 100 estudiantes de postgrado a tiempo parcial y ofrecerá becas a 1.000 estudiantes de la región.
En Costa Rica, los líderes de las dos partes acordaron impulsar su cooperación pragmática.
China se comprometió a apoyar a Costa Rica en la construcción de una Zona Económica Especial, mientras que Costa Rica agradeció la inversión china. Ambos países están reflexionando sobre la cooperación en energías limpias.
China y el país centroamericano acordaron también fortalecer los intercambios entre jóvenes y de nivel local e implementar proyectos relacionados con los estudios en el extranjero y los Institutos Confucio.
China continuará ofreciendo formación de personal a Costa Rica, mientras que el país de América Latina simplificará los procedimientos de obtención de visados para los visitantes chinos, con el fin de facilitar los intercambios entre pueblos.
En México, Xi y el presidente Enrique Peña Nieto acordaron elevar las relaciones de sus países al nivel de asociación estratégica integral.
Tras sus conversaciones, ambos líderes fueron testigos de la firma de una docena de acuerdos sobre cooperación bilateral en energía, minería, infraestructuras, comercio, inversión, educación y banca.
China construirá un centro cultural chino en la Ciudad de México, el primero en América Latina, y México establecerá un centro cultural mexicano en Beijing.
China prometió ofrecer 300 becas a estudiantes mexicanos, mientras que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) establecerá un centro de estudios mexicanos en la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing.
Asimismo, ambas partes promoverán la cooperación en ámbitos como energías limpias y renovables, la prevención y control de la contaminación medioambiental, la biotecnología y la nanotecnología.
China y México apoyan el establecimiento de un foro de cooperación entre China y América Latina y la promoción de la cooperación general entre China y América Latina a un nivel superior.
POTENCIAL QUE DEBE SER APROVECHADO
China y América Latina han expandido su cooperación pragmática en los últimos años, lo cual ha producido resultados tangibles para ambas partes.
El comercio en ambas direcciones alcanzó los 261.200 millones de dólares estadounidenses en 2012, lo cual convierte a China en el segundo mayor socio comercial de América Latina y el Caribe y supone el crecimiento más rápido de todo el mundo en exportaciones a China.
Con la inversión de cerca de 65.000 millones de dólares hasta el momento en América Latina y el Caribe, China ha ayudado a crear puestos de empleo muy necesarios en la región.
No obstante, ambas partes son plenamente conscientes de la necesidad de aprovechar el potencial existente. El desarrollo de China ofrece oportunidades muy importantes a América Latina y el Caribe.
Como el segundo mayor importador del mundo, China realizará compras por un valor superior a 10 billones de dólares y sus inversiones en el extranjero sobrepasarán el medio billón de dólares,durante los próximos cinco años.
Tal y como mencionó Xi en su discurso en el Senado mexicano, China tiene la convicción de mantener el continuo crecimiento estable de su economía, lo cual crearía mayores oportunidades de negocio para el mundo, incluida la región de América Latina y el Caribe.
América Latina y el Caribe necesitan de las inversiones chinas y de la participación en la construcción de infraestructuras. Los bienes de la región, como los productos agrícolas y la energía, necesitan del mercado chino.