La ONU expresó hoy su preocupación por 73.000 personas que aún viven en campamentos para damnificados del terremoto del 2010 en Haití, ante la temporada ciclónica que se inició oficialmente el 1 de junio.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) señaló en un comunicado que los damnificaos en mayor riesgo viven en 86 campamentos y representan el 22% del total de haitianos que residen en tiendas de campaña.
La OCHA explicó que en tres años y cinco meses después del devastador terremoto que dejó 1,3 millones de personas sin hogar, 320.051 haitianos (166.158 mujeres y 153.893 hombres) viven en alguno de los 385 campamentos distribuidos en la capital y el suroeste del país, las zonas más afectadas por el sismo.
El organismo, que teme que al finalizar el año 230.000 personas todavía no hayan dejado las tiendas de campaña, señaló que entre las necesidades críticas se encuentran subvencionar el alquiler de viviendas y proporcionar los medios de subsistencia, acompañando a los desplazados en ese proceso.
La OCHA también llamó la atención sobre los 73.000 damnificados que están bajo amenaza de desalojo forzoso.
El gobierno de Haití y varias organizaciones internacionales pusieron en marcha el lunes pasado un plan para reducir el impacto en la población de un posible huracán, en el inicio de la temporada anual de ciclones que se extiende hasta fines de noviembre.
Bajo el lema "Preparados para proteger a nuestras familias", el ministro del Interior, David Bazile, anunció la campaña y reveló que 130 millones de gourdes (tres millones de dólares) están disponibles para cubrir posibles desastres causados por los fenómenos naturales.
El año pasado, Haití fue castigado por el paso del huracán "Sandy" y de la tormenta tropical "Isaac", además de temporales menores que dejaron casi un centenar de muertos, 250.000 afectados y pérdidas por más de 100 millones de dólares en la agricultura.