La actual gira del presidente chino, Xi Jinping, por América Latina y el Caribe, ha abierto un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales entre China y la región, que están protagonizando un rápido crecimiento.
La gira también prueba que las dos partes presentan oportunidades para la otra en el marco de su cooperación integral a largo plazo.
En los últimos diez años, el desarrollo del comercio bilateral es la prueba de la cooperación en beneficio mutuo que China y sus socios latinoamericanos prometieron fomentar.
China es ahora el segundo mayor socio comercial de América Latina y la principal fuente de inversión en la región, es el mayor socio comercial de Brasil y Chile, y ha firmado tratados de libre comercio con Chile, Perú y Costa Rica.
Incluso con la recesión económica global, y la crisis de la deuda de Europa, el comercio bilateral alcanzó 261.200 millones de dólares en 2012, un aumento de un 8,1 por ciento interanual, y se espera que alcance los 400.000 millones de dólares en 2017.
Es innegable que la demanda de materias primas por parte de China ha revivido el motor de crecimiento de América Latina, rica en recursos, en los últimos años. Sin embargo, América Latina no es solo fuente de materiales para China, ni China es la fuente exclusiva de bonanza para América Latina.
Mejorar la cooperación teniendo en cuenta las distancias geográficas que los separan no es cosa fácil. Las estructuras comerciales de China y América Latina son altamente complementarias. Ofrecen un amplio abanico de oportunidades de cooperación que se han estado expandiendo más allá de la energía para incluir, entre otros campos, las finanzas, la agricultura, la infraestructura, la ciencia y la tecnología, la industria aeronáutica y espacial, y el turismo.
El intercambio económico entre China y América Latina también ha encontrado un equilibrio entre el comercio y la inversión, evolucionando desde un modelo al principio dominado por el comercio.
La inversión de China en América Latina ha alcanzado unos 65.000 millones de dólares y ha creado muchos puestos de trabajo necesitados en la región. Los proyectos de infraestructuras financiados por bancos chinos y construidos por contratistas chinos son buenos ejemplos de que China y América Latina ya se mueven por el camino de la cooperación integral a largo plazo.
Mientras tanto, China y América Latina también se enfrentan a retos comunes durante su desarrollo.
La migración rural-urbana, el desarrollo sostenible, la protección medioambiental y la creciente brecha en el reparto de la riqueza se encuentra en la agenda de las dos partes.
De acuerdo con el Indice de Competitividad Global 2012-2013, China y la mayoría de los países latinoamericanos están en una fase de desarrollo "impulsado por la eficiencia", o en una fase de transición del desarrollo "impulsado por la eficiencia" al "impulsado por la innovación".
China y América Latina aprenden el uno del otro y se ayudan mutuamente, haciendo esfuerzos conjuntos por mantenerse integrados en la cadena de valor de la producción global.
Es llamativo que los intercambios de alto nivel entre China y América Latina hayan sido más frecuentes desde la transición de liderazgo chino. Las relaciones entre ambos países son una parte integral del equilibrio diplomático global del gobierno chino.
China y América Latina son inseparables en la cooperación sur-sur. Las dos partes han intercambiado opiniones y se han apoyado mutuamente en diversos asuntos a través de plataformas a nivel mundial tales como la APEC, el BRICS, las cumbres del G-20 y el grupo latinoamericano establecido nuevamente en el Foro para Asia de Boao.
El presidente Xi y otros líderes chinos han expresado recientemente que China está dispuesta a promover el establecimiento del Foro de Cooperación entre China y América Latina como una plataforma óptima para la profundización de la asociación de cooperación integral entre China y la región.
Xi es el primer presidente chino que ha visitado Trinidad y Tobago y los países caribeños de habla inglesa, y el segundo en visitar Costa Rica. Durante sus visitas, Xi también se reunió con líderes de varias naciones en la región, incluyendo Antigua y Barbuda, las Bahamas, Dominica, Granada, Guyana, Surinam y Jamaica.
Las visitas del presidente chino traerán sin duda un nuevo ímpetu y abrirán una nueva página para las relaciones entre China y América Latina.
Dada la significativa posición de Trinidad y Tobago, Costa Rica y México en la región caribeña, de América Central y América Latina, estas visitas supondrán buenos ejemplos para el desarrollo de los lazos bilaterales entre China y otros países en la región.