La policía del estado brasileño de Río de Janeiro tomó hoy la sede del antiguo Museo del Indio, en la zona norte de esta ciudad, y desalojó a la fuerza a medio centenar de indígenas que habitaban allí desde 2006 y a otros ciudadanos que los apoyan, cumpliendo así una polémica orden judicial.

El Batallón de Choque de la Policía Militarizada de Río de Janeiro entró en el edificio, al que había cercado desde las primeras horas de este viernes, y entró en él tras recibir la autorización del gobierno regional, tras haber fracasado las negociaciones con los representantes de las diferentes etnias que vivían en el local.

Cerca de un centenar de manifestantes, la mayoría estudiantes vinculados a grupos de izquierda, intentaron impedir la entrada de la policía, por lo que hubo una gran confusión en la que finalmente los agentes tuvieron que utilizar gas pimienta y balas de goma, en una trifulca en la que fueron detenidas seis personas.

Situado muy cerca del famoso estadio de Maracaná, próxima sede de las finales de fútbol de la Copa Confederaciones 2013 y del Mundial 2014, el Museo del Indio fue abandonado en 1978 y después ocupado por indígenas en 2006.

La intención del gobierno de Río de Janeiro es convertir el edificio en un museo deportivo aprovechando también los Juegos Olímpicos de 2016.

A cambio de quedarse con el edificio, las autoridades ofrecieron a los indígenas construir un centro cultural en otro lugar, en la zona oeste de Río de Janeiro, aunque las etnias se quejaron de que estarían alejados del centro de la ciudad y aislados. Fi