El "sueño chino", un tema candente entre los ciudadanos de China, ha atraído atención internacional de académicos y expertos en política exterior.

El nuevo líder del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping, dijo durante una visita a un museo el pasado mes de noviembre que el sueño chino significaba para él "la gran renovación de la nación china", y ha prometido perseguir el sueño chino compartido del rejuvenecimiento nacional.

La iniciativa ha provocado una positiva respuesta por parte de los expertos.

"Después de más de tres décadas de reforma constante, China ha conseguido un notable crecimiento económico, pero en términos de cultura e ideas, no ha habido suficiente progreso", dijo el profesor Zhang Taofu, de la Universidad Fudan del país asiático.

"China ahora necesita algo más, una idea, una causa común, para apoyar un mayor desarrollo, y el sueño chino llena ese vacío", afirmó.

Yao Huan, un experto sobre el PCCh, dijo que el sueño chino es "alentador", ya que inspira la pasión del pueblo chino por buscar el rejuvenecimiento nacional.

Kin Jin Ho, un profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Dankook de Corea del Sur, dijo que "una nación sin un sueño no sobrevivirá a la competición entre las diferentes naciones del mundo".

"Si China quiere marcar la diferencia en el mundo debe tener un sueño y perseguirlo de manera constante", dijo el profesor.

James Oruko, un profesor de Desarrollo de la Universidad Egerton de Kenia, dijo que perseguir el sueño chino en común, obligará a los individuos chinos a abarcar grandes aspiraciones, provocando el progreso nacional.

El sueño chino ha establecido un objetivo común entre el pueblo sobre el futuro del país, afirmó Alejandro Simonoff, un experto en estudios internacionales de la Universidad Nacional de La Plata de Argentina.

Sin embargo, el sueño de la fortaleza nacional, la prosperidad y felicidad del pueblo no se puede conseguir de un día para otro, explican los expertos.

Li Jie, vicepresidenta de la Academia de Ciencias Sociales de China, dijo que una manera de conseguir el citado sueño sería cumplir con el objetivo de "dos siglos".

Esto incluye terminar primero la construcción de una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos antes de 2021, cuando el PCCh cumpla el 100 aniversario de su fundación, y después construir un país socialista moderno, armonioso, civilizado, fuerte y rico, antes de 2049, cuando se cumpla el 100 aniversario de la fundación de la Nueva China, dijo Li.

"Después de cumplir con el objetivo de los 'dos siglos', todavía encontraremos muchos lugares insatisfactorios. Pero entonces perseguiremos un nivel de modernización todavía más alto".

"GRAN SUEÑO" Y "PEQUEÑO SUEÑO"

Xi ha descrito el sueño chino como un gran sueño de la nación china, afirmando que "la historia nos dice que cada persona tiene su futuro y destino estrechamente vinculados con los del país y la nación".

Wang Zheng, un estudioso de Política Pública del Centro Internacional de Eruditos Woodrow Wilson, con sede en Washington, afirmó que China tiene una cultura altamente colectiva "que es una importante característica del sueño chino".

"El encanto del sueño chino radica en que todos los chinos puedan materializar al mismo tiempo sus propios valores, ideales, mejorar sus vidas y promover la felicidad cuando se dedican a la causa del rejuvenecimiento nacional", indicó Yao.

OPORTUNIDADES

La persistencia en el socialismo con características chinas es el único camino viable por el que China puede materializar su sueño, afirman expertos.

"La reforma y la apertura, así como la construcción del socialismo con características chinas son clave para la realización del sueño chino", enfatizó Kim.

Analistas sostienen que el sueño chino tendrá un impacto global, pues beneficia a una quinta parte de la población mundial y ofrece numerosas oportunidades a otros países.

"El desarrollo de China sirve de motor para el crecimiento global", dijo Li. "Su búsqueda de la 'armonía' en la sociedad y en el mundo es también una cultura singular que será cada vez más reconocida por los demás países".

El sueño chino, indicó Li, no constituye ninguna amenaza a otros países puesto que Beijing sigue el camino del desarrollo pacífico, que corresponde al legado de la historia y la cultura milenarias del país.

Khalid Rahman, director general del Instituto de Estudios Políticos de Pakistán, afirmó estar de acuerdo con los puntos de vista de Li. Dijo que con una gran población, China verá que su desarrollo ejerce una influencia positiva en la economía y el comercio mundiales.

Con respecto al camino que queda por delante, sin embargo, China encontrará muchos desafíos, cuya superación requiere la sabiduría colectiva, indican analistas.

Suh Seong-hwan, profesor de la Universidad Yonsei de Corea del Sur, dijo que en primer lugar, China debe cumplir la tarea de reducir la brecha urbano-rural y la disparidad interregional.

Además, las fuerzas separatistas y otros factores potencialmente inestabilizadores también son obstáculos para el proceso de conseguir el sueño chino, opinan analistas, quienes agregan que muchos en el mundo aún se muestran recelosos ante el desarrollo de China.

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