El académico argentino Alejandro Simonoff, del Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), sostuvo que la muerte de Hugo Chávez Frías "nos privará de un actor (político) que supo insertarse en la política regional, e incluso mundial, desde el último año del siglo pasado, con su singular retórica y acción".
Simonoff, en diálogo exclusivo con Xinhua, opinó que la estrecha relación entre el gobierno de Argentina con el de Venezuela "ha servido más como un contrapeso (frente a otros países) que como un reemplazo de ellas y ha procurado mayores márgenes de maniobra" para la política exterior.
Simonoff también destacó que la relación bilateral argentino-venezolana es diferente a las relaciones que mantienen Bolivia y Ecuador con Venezuela, que son más dependientes del gobierno chavista que el de la presidenta Cristina Fernández.
"La muerte de Hugo Chávez Frías, consecuentemente, llevará a que se produzcan ajustes más que cambios en materia de política exterior regional", agregó Simonoff.
El académico señaló también como las "tres opciones" para suceder a Chávez Frías a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, a quienes definió como "los sucesores inmediatos", y a Henrique Capriles Radonski, el "opositor al régimen".
Acerca de Maduro, lo describió como "la facción más próxima a La Habana dentro del régimen, por lo que se podría presuponer un refuerzo de las relaciones con Cuba y con el ALBA, en detrimento de un perfil más sudamericano".
No obstante, el entrevistado vaticinó que con Nicolás Maduro, también "podrían profundizarse las relaciones económicas con el Mercosur (Mercado Común del Sur) en general, y con Argentina y Brasil en particular, para continuar el proceso de sustitución de Colombia, como proveedor de insumos iniciada en los últimos años por el presidente Chávez Frías".
Respecto de Diosdado Cabello, actual Presidente del Parlamento venezolano, Alejandro Simonoff sostuvo que "dentro de los actuales parámetros del gobierno de Venezuela, podríamos suponer que desarrollaría una política menos ideológica y más pragmática, por lo que los lazos con Brasilia y Buenos Aires se reforzarían".
El supuesto lo fundó en "los vínculos (de Cabello) tanto con las Fuerzas Armadas (de su país), de donde proviene, como con PDVSA (la empresa hidrocarburífera estatal venezolana) a la vez que cuenta con importantes resortes en la política interna y externa de su país".
En el caso de que el sucesor fuera Capriles, dado que en 30 días podría haber elecciones en Venezuela, Simonoff considera que "los cambios en la política exterior venezolana podrían afectar los vínculos con el Caribe, el ALBA, Bolivia o Ecuador".
Sin embargo, estimó que "sería una incógnita" imaginar cómo podría Capriles desarrollar "la relación con Argentina y Brasil, e incluso el Mercosur" porque "durante la (última) campaña (presidencial de 2012) sólo habló de una mayor 'institucionalización' en esos vínculos, lo que no aporta demasiada información" .