El jefe interino de la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), Nigel Fisher, transmitió hoy la "frustración" del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en torno a la reconstrucción del país, y reclamó la realización de elecciones como paso fundamental para consolidar los avances que requiere el pueblo haitiano.
En su primera conferencia de prensa como representante especial del secretario general de la ONU para Haití, Fisher dijo que la principal preocupación de la comunidad internacional es el impasse que existe para la organización de las elecciones, además de otros factores como el pobre desempeño de la economía.
"El sentimiento predominante entre sus grupos de interés, es sin duda la de un callejón sin salida", afirmó el funcionario.
"El progreso ha sido mucho, mucho más lento de lo que esperábamos a principios de 2012", agregó el diplomático canadiense que asumió el cargo el pasado 3 de febrero.
Fisher señaló además que las inversiones no han alcanzado el nivel esperado y que el crecimiento del PIB fue sólo del 2,5 por ciento el año pasado, lejos de la previsión del 8 por ciento, una "sombría" situación que según el representante refleja la creencia de muchos socios potenciales de Haití, de que a pesar de las reformas en curso, la falta transparencia y la debilidad en el sistema judicial no garantizan la sana competencia en este país.
El jefe interino de la MINUSTAH aseguró que cumplido el plazo para elegir nuevas autoridades en el Senado, la clase política haitiana está atascada en el proceso de tratar de encontrar un compromiso que "parece inalcanzable" para formar la base de un acuerdo para avanzar hacia las elecciones.
Fisher señaló que por esa razón es necesario poner en marcha una "máquina electoral operacional" para asegurar la estabilidad política, el buen gobierno y el imperio de la ley, y manifestó que "las elecciones son un requisito constitucional que emana de la Constitución de Haití y no una imposición de la comunidad internacional".
Haití debía elegir el año pasado a un tercio del Senado (diez legisladores), 142 concejales y 570 asambleístas en todo el país.
La nueva Constitución establece que el nuevo Consejo Electoral Permanente (CEP), que reemplazó a un consejo provisional, debe estar conformado por nueve integrantes, tres por cada poder del Estado.
La controversia surgió cuando el Senado no llegó a designar a sus representantes en el organismo y a la falta de consenso en el Consejo Superior del Poder Judicial (CSPJ) para la elección de sus delegados.
Un nuevo intento para lograr un acuerdo en el Parlamento que permitiría llevar a cabo las elecciones fracasó esta semana debido a diferencias entre los legisladores.
Los parlamentarios debían conformar el jueves una comisión bicameral de 14 miembros para elegir a los representantes del Poder Legislativo en un organismo provisional que debe convocar a los comicios, pero la Cámara de Diputados insiste en nominar a nueve delegados.
No obstante, el presidente de la cámara baja, Jean Tolbert Alexis, anunció que el establecimiento de la comisión se realizará el próximo lunes, luego de que los parlamentarios alcancen un entendimiento en torno a la conformación de la comisión. F