(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Estados Unidos “no se puede permitir” más crisis “fabricadas” como la vivida por falta de consenso para evitar el abismo fiscal, afirmó el presidente de ese país, Barack Obama, quien llamó a seguir avanzando para resolver los problemas económicos.
Republicanos y demócratas negociaron incluso hasta pasado el plazo límite del 1 de enero fórmulas para evitar el temido 'abismo fiscal', como se denominó a la subida automática de impuestos y a los recortes de gastos que iban a entrar en vigor automáticamente el primer día de 2013, recordó Europa Press.
Ambos partidos tienen todavía un panorama de difíciles negociaciones, ya que en dos meses deben decidir si aprueban profundos recortes o elevan nuevamente el techo de deuda, lo que ha llevado a Obama adelantarse y advertir contra futuras disputas.
“Todavía necesitamos hacer más para lograr que los estadounidenses recuperen el trabajo y avanzar para que este país pague su deuda”, por lo que “nuestra economía no se puede permitir más enfrentamientos prolongados o crisis fabricadas”, subrayó el mandatario en su alocución semanal difundida por radio e Internet.
Obama, de vuelta a Hawai tras interrumpir sus vacaciones para viajar a Washington en plenas negociaciones del 'abismo fiscal', lamentó que las disputas del último mes han hecho cundir la “incertidumbre” entre los empresarios y han reducido la confianza de los consumidores, pese a que Estados Unidos creó el año pasado casi dos millones de nuevos puestos de trabajo.
Con la vista puesta en las negociaciones sobre el techo de deuda, que ya en 2011 acercaron al país a la suspensión de pagos, el presidente norteamericano insistió en que, si el Congreso no permite que “se paguen las facturas a tiempo”, la economía mundial podría sufrir consecuencias “catastróficas”. “Nuestras familias y negocios no se pueden permitir otra vez ese peligroso juego”.
Obama también recalcó en su mensaje la necesidad de recortar el gasto de forma “equilibrada” y ha sugerido nuevos cambios en materia de impuestos que afectarían a las rentas altas. En este sentido, dijo que “las personas más ricas y las grandes empresas no deberían beneficiarse de resquicios y deducciones de los que no disponen la mayoría de estadounidenses”.