(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – La República Popular Democrática de Corea anunció este domingo que está considerando posponer el lanzamiento del cohete que el país tenía previsto despegara en una fecha aún no definida entre este lunes y el 20 de diciembre, mientras los analistas creen en cambio que Pyongyang no desistirá de su propósito a menos que la comunidad internacional adopte sanciones en su contra.

“Estamos en la etapa final de los preparativos para el lanzamiento”, informó la agencia de noticias central norcoreana citando al Comité Coreano para la Tecnología Espacial, pero los científicos e ingenieros “están considerando seriamente la posibilidad de reajustar el periodo de lanzamiento, debido a algunos problemas que han aflorado durante los preparativos.

Un tanque pensante estadounidense del Instituto Estados Unidos-Corea, de la Universidad Johns Hopkings, señaló que el lanzamiento podría haber sido demorado debido al duro invierno.

Pero una alta fuente del Gobierno de Corea del Sur comentó que todo se había reprogramado, aparentemente, “por problemas técnicos” y “señales anormales” que habían sido detectadas desde la tarde del pasado sábado, indicó el domingo la agencia surcoreana de noticias Yonhap.

Según los expertos, los países vecinos deberían permanecer alertas, ya que es poco probable que Pyongyang deje pasar la oportunidad de llamar la atención internacional sobre el país.

Este mes tendrán lugar importantes elecciones en Japón y Corea del Sur y la fecha de lanzamiento está programada también para pocos días antes de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, jure su cargo en enero para un segundo mandato.

El objetivo del Gobierno norcoreano es influir en la política de los candidatos presidenciales de Corea del Sur sobre la Península de Corea y consolidar el nuevo liderazgo de Kim Jong-un en el primer aniversario de la muerte de su padre, Kim Jong-il, quien falleció el 17 de diciembre de 2011, explicó Wang Junsheng, investigador del centro de estudios del este de Asia de la Academia de las Ciencias Sociales de China.

La República Popular Democrática de Corea está bajo las sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que prohíben la realización de cualquier tipo de pruebas que empleen “tecnología de misiles balísticos”. No obstante, Pyongyang llevó a cabo una prueba nuclear en 2006 y otra en 2009.

El más reciente plan, anunciado el 1 de diciembre reciente, prevé el lanzamiento de un cohete de tres fases para poner un satélite en órbita, pero Estados Unidos y sus principales aliados en Asia, Corea del Sur y Japón, insisten en que el objetivo real es enmascarar una prueba con un misil balístico.

La tensión regional se ha intensificado en la última semana, debido a que varias partes han aumentado la presión militar y diplomática sobre el presidente norcoreano, Kim Jong-un, para que cancele el lanzamiento, el segundo de este año, después del intento fallido de abril pasado.

El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, declaró el domingo en Tokio que su país permanece alerta, dos días después de que el Ministerio de Defensa nipón emitiera la orden de derribar el cohete norcoreano si amenazaba con cruzar su territorio.

Washington envió los destructores de misiles USS Benfold y USS Fitzgerald a la zona para “monitorear cualquier potencial lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte y tranquilizar a sus aliados regionales” en caso de que Pyongyang siga adelante con sus planes, informó un oficial de la armada.

Dos destructores de Corea del Sur serán desplazados al mar Amarillo en los próximos días para seguir al cohete norcoreano, reveló el viernes en Seúl un funcionario de Defensa.

“En realidad, la amenaza militar que Corea del Norte supone para la región ha sido exagerada, mientras que el incremento en la zona de la presencia militar de Estados Unidos y sus aliados asiáticos ha empeorado la estabilidad regional”, aseguró Yu Shaohua, director del Departamento para el Estudio de la Seguridad y la Cooperación en Asia Pacífico del Instituto de Estudios Internacionales de China.

Las partes interesadas deberían considerar que muchos años de sanciones han tenido muy poco efecto en Pyongyang y pueden conseguir un gran avance con Corea del Norte si apelan a medidas alternativas después de los cambios de liderazgo que han tenido lugar.