Autoridades culturales cubanas recordaron la presencia de la obra de cineasta italiano Michelangelo Antonioni (1912-2007), con un panel que formó parte de la XV Semana de la Cultura de Italia en la isla.

El presidente del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, Alfredo Guevara, y Enrica Fico, viuda del cineasta, compartieron el viernes sus testimonios y vivencias con el público cubano, reunido en uno de los salones del habanero Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate.

La realizadora, quien colaboró con su esposo primero como asistente y luego como productora y curadora de sus exposiciones, rememoró momentos de la vida junto al creador y afirmó que una de las razones de la grandeza del arte de Antonioni es la manera en que sus obras reflejan la realidad.

Michelangelo lograba atravesar las diferentes capas de un suceso, de una actitud, hasta de algo inanimado, y presentarlo ante el espectador bajo otra perspectiva, esa fue la enseñanza más grande que nos dejó, no solo como cineasta, sino como ser humano, señaló.

Por su parte, la directora del Centro di Studi sul Cinema Italiano, Daniela Arónica, recorrió la trayectoria del llamado maestro de la modernidad y anunció una conferencia sobre la documentalística del artista italiano, quien será homenajeado también en el XXXIV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, previsto del 4 al 14 de diciembre.

En ese sentido, Alfredo Guevara dijo que celebrar el centenario del natalicio del autor de Desierto Rojo y La Noche representa un honor para el Festival, que incluirá en su cartelera piezas como Crónica de un amor (1950), Las amigas (1955) y La Aventura (1960).

Guevara, fundador y presidente de la cita cinematográfica habanera, recordó el encuentro con Antonioni en 1959 y su afabilidad y simpatía ante los planes de revolucionar la industria fílmica en la Isla.

Antonioni recibió en Italia a un grupo de cineastas cubanos, poco tiempo después de la fundación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en 1959, quienes buscaban apoyo para el naciente cine revolucionario de la isla.

Guevara rememoró aquel acercamiento que tuvo al cine italiano junto a los cineastas cubanos Julio García Espinosa y Tomás Gutiérrez Alea, pensando en afinidades, tendencias, pero siempre desde una mirada de identidad nacional.

El crítico cubano Luciano Castillo calificó al autor de filmes como "El eclipse", "El grito", "Blow-Up", "Deseo de una mañana de verano", entre otros, de un testigo excepcional del siglo XX, atípico y anticonvencional.

Al concluir el panel, se inauguró la muestra fotográfica Mirando con Michelangelo Antonioni, del fotógrafo italiano Renato Zacchia, un testimonio del trabajo del cineasta que permanecerá abierta durante todo el mes de diciembre.

Cineasta, escritor y pintor, Michelangelo Antonioni nació en Ferrara, el 29 de septiembre de 1912. Graduado en economía por la Universidad de Bolonia, llegó a Roma en 1942 donde cursó estudios en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Cinecittà.

Comenzó su carrera como crítico cinematográfico, guionista, ayudante de dirección y documentalista (realizó siete documentales entre 1945 y 1949).

Su primer largometraje como director fue "Crónica de un amor" (1950), al que siguió la tetralogía compuesta por "La aventura" (1960), "La noche" (1961, primer premio en el Festival de Berlín), "El eclipse" (1962) y "El desierto rojo" (1964), su primera película en color, protagonizada por Mónica Vitti.

Otras películas a destacar son "Blow-up" (1966), adaptación de un relato de Julio Cortázar y su primera película en inglés, "Zabriskie Point" (1970), filmada en Estados Unidos, "El reportero" (1975) e "Identificación de una mujer" (1982), donde el punto de vista femenino es sustituido por un observador masculino.

Autor o coautor de la mayoría de sus guiones, sus películas reflejan una mirada personal sobre la realidad en la que el uso del simbolismo visual nos acerca a los temas de la alienación, el aburrimiento o el erotismo sin amor.

Después de 13 años inmovilizado y privado del habla como consecuencia de un derrame cerebral, Antonioni dirigió junto al realizador alemán, Wim Wenders, Más allá de las nubes (1995), película que obtuvo dos premios en el Festival de Venecia de ese año.

Antonioni murió en Roma, el 30 de julio de 2007. Fi

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