El Ministerio de Seguridad y Justicia de El Salvador confirmó hoy, en un comunicado, que estudia declarar 10 municipios del país como zonas "santuario", donde las pandillas puedan participar en proyectos de desarrollo.

El obispo castrense Fabio Colindres y el ex guerrillero Raúl Mijango, quienes actúan como facilitadores de la tregua entre pandillas, hicieron pública la propuesta a partir de los resultados por la disminución de la violencia en El Salvador en los últimos ocho meses.

Desde inicios de marzo, las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y 18 disminuyeron la guerra territorial por el control del narcomenudeo y las extorsiones.

El acuerdo fue clave para la disminución del número de homicidios, que bajó de 14 a entre cinco y seis diarios.

"Con el objetivo de atender el clamor ciudadano y de buscar soluciones concretas a los problemas que nos agobian, los facilitadores hemos diseñado un mecanismo de territorialización con el propósito de lograr su consolidación", dijo Colindres, a través de un comunicado que emitió en compañía de Mijango.

El mecanismo propuesto por el sacerdote católico y el ex jefe guerrillero consiste en declarar sucesiva y progresivamente zonas especiales de paz, "mediante la aplicación salvadoreña de municipios santuarios".

De acuerdo con un documento que fue divulgado a la prensa, los santuarios implicarán la participación de autoridades locales, líderes sociales, empresarios, iglesias, policía y los mismos pandilleros.

En teoría, de entrar en vigor los territorios estarían regidos por un acuerdo local de no agresión entre los pandilleros residentes, el compromiso por la reducción y erradicación en dichos lugares de homicidios, extorsiones, robos y secuestros.

Asimismo, proponen que sean zonas donde los pandilleros entreguen voluntariamente su arsenal y donde la Policía no realice "operativos masivos ni con modalidad nocturna" para capturarlos.

La propuesta recibió el escepticismo de los críticos a la tregua, porque opinan que el gobierno está haciendo más concesiones a organizaciones delictivas.

"No estamos hablando de refugio de criminales. Si alguien comete delito las autoridades están obligadas a perseguirlos", afirmó Mijango tras ser pregutnado por la prensa.

Por su parte, el obispo castrense exhortó a la sociedad a unir esfuerzos para encontrar una solución duradera a la ola de violencia que sufre este país centroamericano.

"No tengamos miedo, no tenemos nada que perder y mucho que ganar", dijo el religioso católico.

Por su parte, el ministro de Seguridad y Justicia, general retirado David Munguía Payés, aceptó que la idea podría funcionar en el marco de la segunda fase de la tregua.

"Vemos con optimismo esta propuesta", dijo Munguía.

"En principio nuestra respuesta es positiva a la propuesta de pandillas, pero más adelante daremos una respuesta oficialmente", agregó el funcionario.

A casi nueves meses del vigor de la tregua, la Policía Nacional Civil (PNC) informó que hasta la fecha han registrado 294 denuncias menos por extorsión en comparación con el año pasado.

Una fuente oficial dijo a Xinhua que la idea del municipio santuario es llevar servicios en educación, salud, recreación y desarrollo a zonas tradicionalmente dominadas por las llamadas "maras".

Uno de estos municipios piloto es el Distrito Italia, una comunidad populosa que está al norte de la capital, en una zona bajo control de la Mara Salvatrucha.

Justamente en este barrio peligroso una iniciativa local logró organizar una orquesta sinfónica infantil, donde los niños tienen otras opciones en lugar de ingresar en una pandilla.

"En mi opinión, el gobierno va a quemar sus últimos cartuchos si aprueba esta propuesta de los municipios santuarios", dijo a Xinhua un policía que prefirió omitir su identidad.

El funcionario, quien dijo ser un investigador antipandillas, explicó que la idea funcionará si el gobierno logra llevar fuentes de trabajo a estos barrios peligrosos, o de lo contrario corre el riesgo de que regrese el ciclo de la violencia.

De acuerdo con cálculos de la PNC, en las cárceles nacionales están recluidos unos 10.000 pandilleros, mientras que en las calles permanecen libres cerca de 50.000.

La MS-13 nació como una pandilla formada por salvadoreños en el vecindario de Pico Union en Los Angeles, Estados Unidos, durante los años ochenta, donde previamente había surgido la 18.

En octubre pasado, la Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro incluyó a la MS al mismo nivel que el cártel mexicano Los Zetas y que la mafia japonesa Yakuza.

La designación implica que las autoridades federales incautarán bienes vinculados a la Mara Salvatrucha y probablemente restringirán sus remesas hacia Centroamérica. Fi

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