(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – El ministro de Economía de Argentina, Hernán Lorenzino, calificó este martes de “terroristas” y “piratas” a las agencias calificadoras de riesgo, después de que Moody's dijera que la decisión de una provincia del país austral de pagar en moneda local unos bonos emitidos en dólares implica una cesación de pagos.
El norteño distrito de Chaco pagó la semana pasada en pesos argentinos dos series de títulos públicos emitidos en la moneda estadounidense, porque el Banco Central argentino no le permitió comprar divisas debido al estricto control de cambios establecido hace un año para frenar la fuga de capitales, indicó Europa Press.
Moody's calificó el lunes la decisión de Chaco como un incumplimiento de pagos y aseguró que la creciente imprevisibilidad de las políticas gubernamentales de Argentina genera dudas sobre la sustentabilidad del crecimiento económico del país en el largo plazo.
“Calificadoras y especuladores de la mano. Hacen informes terroristas, que sin cambiar la calificación asustan a inversores” para especular con el bono, dijo Lorenzino a través de su cuenta de Twitter.
A pesar del incumplimiento de Chaco, Moody's no modificó la calificación de 'B3' para la deuda soberana argentina.
Lorenzino resaltó que el Gobierno pagará el miércoles 200 millones de dólares por un cupón del título Bonar X. “Calificadoras=Especuladores. Quieren bajar el precio de bonos un día antes del pago del cupón para hacer una diferencia. Viejo truco pirata”, aseguró el ministro.
La decisión de Chaco disparó una ola de ventas de títulos públicos y privados argentinos por temor a que otros emisores también paguen sus deudas en pesos.
Para calmar a los mercados, el Banco Central aclaró que las restricciones cambiarias solo afectan a una minoría de títulos emitidos bajo la ley argentina y que los emisores de bonos externos podrán seguir comprando dólares para cancelar sus vencimientos.
Las agencias calificadoras de deuda, que consideran como “bonos basura” a los títulos soberanos argentinos por su alto riesgo de incumplimiento de pago, son un blanco usual de las críticas del Gobierno de la presidenta Cristina Fernández.
Argentina se convirtió en una apuesta arriesgada para los inversores desde su masivo incumplimiento de deuda en el 2001/2002, que fue disparado por una crisis económica.
La mandataria ha hecho un llamado a aumentar los controles de los Gobiernos sobre las calificadoras, que considera que promueven una visión económica ortodoxa que favorece el surgimiento de crisis y nunca las previene.