El principal asesor del presidente Barack Obama de Estados Unidos para la lucha contra el terrorismo presionó hoy a las autoridades libias para que hagan más con el fin de encontrar a quienes atacaron el mes pasado el consulado estadounidense en Benghazi, ataque que condujo a la muerte de cuatro estadounidenses.

John Brennan, asistente de Obama para Seguridad Nacional y Lucha contra el Terrorismo, se reunió en Trípoli, la capital libia, con importantes funcionarios libios, entre ellos el presidente del Congreso Nacional, Mohammed al-Magariaf, se indicó en una declaración del vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tommy Vietor.

"Las partes discutieron la investigación ahora en curso sobre los ataques en Benghazi, incluyendo medidas específicas adicionales que Libia puede tomar para ayudar a Estados Unidos a asegurarse de que los responsables sean presentados ante la justicia", se indicó en la declaración.

Los ataques, que tuvieron como resultado la muerte del embajador de Estados Unidos en Libia Christopher Stevens y de otros tres elementos del personal de la embajada la noche del 11 de septiembre, consternaron a Estados Unidos.

Con las dos partes comprometidas con la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, Brennan "exhortó a los funcionarios libios a actuar con rapidez para refinar sus políticas e impulsar la capacidad del gobierno en los sectores de seguridad y justicia", se indicó en la declaración.

Vietor también dijo en la declaración que Brennan exhortó a Libia a aprovechar de manera plena y oportuna "las ofertas específicas de ayuda" de Estados unidos y de otros socios internacionales.

En nombre de Obama, Brennan expresó su apoyo a la actual formación del gobierno de Libia y a su transición hacia la democracia y aceptó las condolencias ofrecidas por el fallecimiento de los cuatro estadonidenses, se indicó en la declaración.

También hoy, un comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos realizará una audiencia sobre seguridad diplomática en relación con los ataques al consulado en Benghazi. Fin