(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Ningún debate sobre la libertad de expresión justifica el asesinato y el daño que puede hacer una palabra no es comparable a matar a una persona, afirmó el presidente estadounidense, Barack Obama, en su discurso pronunciado este martes ante la Asamblea General de la ONU, en el que se centró básicamente en los acontecimientos de los últimos días en el norte de África y Oriente Próximo.
Durante la media hora que permaneció en el estrado de Naciones Unidas, el mandatario insistió en que “ninguna calumnia puede ser excusa para la destrucción”, en relación con la ola de protestas que desató en el mundo islámico la reciente proyección en su país del tráiler de una película ofensiva contra el profeta Mahoma.
Durante esas jornadas fueron atacadas varias sedes diplomáticas de Estados Unidos, entre ellas la de la ciudad libia de Benghasi, en la que murió el embajador Christopher Stevens, al que Obama dedicó el comienzo de su discurso.
Stevens, que fue voluntario en la fuerza de paz Peace Corps, dio clases de inglés en Marruecos y aprendió a “amar y respetar a la gente del norte de África y Oriente Próximo”, recordó el mandatario.
Dondequiera que el diplomático trabajaba, añadió, “era conocido por recorrer las calles de las ciudades, probando la comida local, conociendo a toda la gente que podía, hablando árabe y escuchando con una amplia sonrisa”.
Y tras exponer parte de la historia y el trágico final de Stevens, señaló que “no hay palabras que sean excusa para la matanza de inocentes. No hay ningún vídeo que justifique el ataque contra una embajada. No hay ninguna calumnia que sea una excusa para quemar un restaurante en Líbano, destruir un colegio en Túnez o causar muerte y destrucción en Pakistán”.
La violencia en Oriente Próximo poco tiene que ver con un ridículo vídeo amateur “repugnante” con el que nuestro país “no tiene nada que ver” y es también un “insulto” a los “millones” de musulmanes estadounidenses, abundó y afirmó que lo ocurrido en Benghasi y en los países islámicos no es solo un asalto a Estados Unidos, sino a “los ideales de Naciones Unidas”.
“Si somos serios sobre estos ideales, debemos hablar seriamente sobre las causas más profundas de esta crisis. (…) Tenemos que asegurarnos de que nuestro futuro lo decide gente como Chris Stevens y no como sus asesinos. Hoy debemos declarar que la violencia y la intolerancia no tienen lugar entre nosotros en Naciones Unidas”.
Obama dijo a los líderes de los países musulmanes que el anti-americanismo solo da a la juventud de sus países “una falsa esperanza”. “Quemar una bandera americana no ayudará en nada para educar a un niño. Destrozar un restaurante no llenará un estómago vacío. Atacar una embajada no creará ni un solo puesto de trabajo”.
En cambio, “si hay una causa que reclama que se proteste hoy en el mundo”, manifestó, “es un régimen que tortura niños y dispara cohetes contra edificios de apartamentos”. El régimen de Bashar Al Asad “debe concluir para que concluya el sufrimiento del pueblo sirio”.
Tampoco olvidó el presidente en su intervención la cuestión del programa nuclear de Irán, sobre el que pidió más cooperación de “una coalición de países”, aunque sin duras amenazas ni un ultimátum concreto hacia Teherán, precisó El Mundo.
“Estados Unidos quiere resolver este asunto a través de la diplomacia y todavía creemos que hay tiempo y espacio para hacerlo así. Pero el tiempo no es infinito... No nos equivoquemos: un Irán con armas nucleares no es un reto que se pueda contener. Amenazaría con la eliminación de Israel... y pondría en riesgo la estabilidad de la economía global”, expresó.