DAMASCO, 3 sep (Xinhua) -- El jefe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, llegó hoy a la capital siria, Damasco, para conversar con altos funcionarios sirios, incluido el presidente Bashar al-Assad, sobre asuntos humanitarios, indicaron a Xinhua fuentes bien informadas.

Durante su visita de tres días, Maurer se reunirá con el presidente sirio el martes y también realizará reuniones por separado con el canciller sirio Walid al-Moallem y con el ministro de Salud Salam Al-Nayef, entre otros funcionarios de alto nivel.

Maurer se reunirá también con el ministro de Reconciliación Nacional Ali Haidar y con el jefe de la Media Luna Roja Arabe Siria (MLRAS), Abdul-Rahman al-Attar, indicaron las fuentes a Xinhua.

Las conversaciones tocarán principamente el tema del rápido deterioro de la situación humanitaria y las dificultades a las que se enfrentan el CICR y la MLRAS al intentar llegar a las personas afectadas por el conflicto armado, indicó el CICR.

La espiral de violencia en algunas ciudades sirias ha obligado a cientos de miles de personas a huir de sus hogares hacia zonas más seguras, sobre todo Damasco. Algunos otros han huido hacia países vecinos.

En una reciente declaración emitida por Naciones Unidas se indicó que 2,5 millones de personas han sido afectadas por la crisis y necesitan ayuda. La nueva cifra indica que hay más de un millón de desplazados internos y que más de 200.000 personas han cruzado a Líbano, Jordania, Turquía e Irak.

La mayoría de los desplazados sirios se encuentran con familiares en Damasco o han buscado refugio en escuelas y parques públicos.

A pesar de las difíciles condiciones de trabajo, el CICR y la MLRAS han proporcional alimento a otros elementos esenciales a cerca de 180.000 personas en Damasco, Aleppo, Homs y otros sitios del país desde mediados de julio.

Desde principios de este año, las dos organizaciones han distribuido suministros de ayuda a más de 800.000 personas, la mayoría desplazadas, y se han asegurado de que más de un millón de personas tengan suficiente agua potable.

Durante una conferencia de prensa ofrecida hoy en Damasco, el ministro de Información de Siria, Omran al-Zoubi, dijo que no hay nada que pueda obstaculizar el regreso de los desplazados sirios a sus hogares y agregó que pueden regresar cuando quieran sin temor a nada.

Al-Zoubi dijo que el gobierno no ha empujado a nadie a escapar del país sólo para vivir en una tienda de campaña y que nunca lo hará.

Por otra parte, Al-Zoubi dio la bienvenida al nuevo enviado conjunto de la ONU y la Liga Arabe para Siria, Lakhdar Brahimi, y enfatizó que Siria lo ayudará en su labor de solución de la crisis y hará todo lo posible por evitar llegar a un estancamiento como sucedió con su predecesor, Kofi Annan.

"Creo que el éxito de la misión de Brahimi depende del compromiso de ciertas naciones como Qatar, Arabia Saudí y Turquía para cesar de inmediato el envío de armas (a los rebeldes) y cerrar sus fronteras ante los combatientes extranjeros".

"Siria tiene un interés real en el éxito de este plan, un deseo verdadero, por lo que apoyará la misión de Brahimi", dijo.

Al-Zoubi exhortó a las fuerzas de oposición a realizar una evaluación nacional y a prepararse para un diálogo nacional. Sin embargo dejó bien claro que no habrá diálogo con armas en las manos de los "terroristas" porque la condición del diálogo es la seguridad y la estabilidad.

El ministro dijo que el ejército sirio está comprometido con el restablecimiento de la paz y la estabilidad en toda Siria y que esto "no es negociable". Fin