España vive el peor año de la última década en incendios forestales con unas 153.000 hectáreas de bosques y matorrales quemadas, una situación que empeoró a raíz del incendio de esta semana en la provincia meridional de Málaga con un fallecido, varios heridos, y unas 5.000 personas desalojadas de sus hogares.
El gran incendio forestal que ha afectado a los municipios malagueños de Coín, Alhaurín el Grande, Mijas, Marbella y Ojén, zonas turísticas de la Costa del Sol (sur), parece controlado, según fuentes oficiales del Cuerpo de Bomberos.
Actualmente, aún se mantiene el nivel 2 de alerta y ocho medios aéreos se han reincorporado al amanecer de este sábado en la lucha contra las llamas del peor incendio que se recuerda en la provincia de Málaga.
Las fuertes llamas causaron escenas dantescas en la zona, que supuso la muerte de un hombre de 78 años, mientras su esposa está desaparecida desde a primeras horas del sábado.
Al parecer, tal como recogen hoy medios digitales nacionales, muchos incendios son intencionados.
El Código Penal español prevé penas de hasta 20 años de cárcel por incendio forestal con peligro para la vida de las personas, pero hay poca conciencia dado que muchas pruebas periciales se destruyen con el fuego.